Estos datos indican que la Iglesia recibe 2,36 millones de euros de las contribuciones voluntarias de los ciudadanos de Asturias a través de la declaración del IRPF.
Navarra fue la comunidad autónoma en la que los contribuyentes asignaron más dinero a la Iglesia católica en su declaración de la renta de 2001, con un 50,6 por ciento, seguida de Murcia (45,7 por ciento) y Castilla-La Mancha (45,3 por ciento).
Según el «Anuario Social de España» publicado recientemente por la Fundación la Caixa, una de cada tres declaraciones de la renta españolas (33,3 por ciento) asignó a la Iglesia católica el 0,52 por ciento del rendimiento del IRPF en el año fiscal de 2001.
Estos datos, recogidos por la Caixa de la Oficina de Estadística y Sociología de la Iglesia (OESI) y del Secretariado General de la Conferencia Episcopal Española, reflejan que las tasas más bajas de apoyo económico a la Iglesia se registran en Cataluña (26,2 por ciento), Asturias y Galicia (ambas con un 29 por ciento) y Canarias (29,1 por ciento).
La provincia más generosa con la Iglesia católica es Navarra (50,6 por ciento), seguida de Jaén (49,9 por ciento), y Badajoz y Ciudad Real (47,4 por ciento en ambos casos), mientras que Barcelona (23,8 por ciento), Pontevedra (26,9 por ciento) y la ciudad de Melilla (22,8 por ciento) son las que menos aportan.
En cuanto a la asignación efectiva del IRPF dedicada por los contribuyentes a la financiación de la Iglesia católica, en el ejercicio de 2001 Madrid, Cataluña y Andalucía son las autonomías que más aportan en miles de euros, al contrario que La Rioja y Cantabria, que son las que menos contribuyen.
En los datos por provincias Madrid, Barcelona y Sevilla son las que más ayudan a la Iglesia y Soria, Teruel y Ávila, las que menos aportan a la Iglesia católica.
La diócesis asturiana ha destacado en varias ocasiones el descenso paulatino en el número de contribuyentes que marcan la casilla en favor de la Iglesia.