«Una bula de carne es la que daba el Papa en dispensación de comer de vigilia en ciertos días». Así define la Real Academia Española (RAE) la libertad para comer carne durante los viernes de Cuaresma; una acción que todavía se lleva cabo y que se denomina dispensa. Muchos pensarán que ya no se piden este tipo de permisos a la Iglesia. Pero nada más lejos de la realidad. Desde el Arzobispado de Zaragoza confirman que es una tradición que todavía se mantiene, aunque estas solicitudes no proliferan.
Ejemplo de ello es la dispensa solicitada y concedida por el vicario general a los alumnos de 4º de Derecho de la Universidad de Zaragoza. Estos estudiantes organizaron la fiesta con motivo de su fin de carrera el pasado 5 de abril. Como la fecha coincidía con uno de los últimos viernes de Cuaresma, pidieron al Arzobispado de Zaragoza una dispensa para poder “saltarse” la ley de abstinencia. No hay que olvidar que, según la Iglesia católica, todos los viernes desde el miércoles de Ceniza hasta el domingo de Resurrección debe guardarse la abstinencia de carnes.
Por este motivo, entre quienes siguen este precepto es costumbre en esta época del año sustituir los cocidos y guisos de carne por legumbres, verduras y pescado; siendo el bacalao y las sardinas los grandes protagonistas. Además de la prohibición de comer carne los viernes, también era costumbre guardar ayuno (solo realizar una comida al día) durante estas cuarenta jornadas. Con el objetivo de suavizar estas exigencias en casos puntuales, existían las bulas o dispensas.
“Este tipo de dispensas se realizan solo en Cuaresma y se conceden de manera automática”, puntualizan fuentes del Arzobispado. Al mismo tiempo, detallan que no tienen una contraprestación económica. No obstante, en el escrito remitido a este grupo de alumnos se utiliza la fórmula tradicional de sugerir que se supla esta dispensa por una penitencia o limosna. Hasta 1966, para tener derecho a este privilegio (a través de la Bula de la Santa Cruzada) se debía realizar un pago que podía oscilar entre unos céntimos a diez pesetas. Ese mismo año, tras el Concilio Vaticano II, se establecieron unas nuevas normas: se mantuvo la abstinencia de carne durante los viernes pero solo a partir de los 14 años. Por su parte, el ayuno deben practicarlo todo los mayores de edad (18 años) y hasta que hayan cumplido 59 años.
Según explican desde el Arzobispado de Zaragoza, en la actualidad estas dispensas suelen pedirse para celebraciones como la de los alumnos de 4º de Derecho o para bodas, bautizos y comuniones. Por ejemplo, cuando el futuro matrimonio o alguno de sus invitados más allegados mantienen esta costumbre católica y solamente comen pescado durante los viernes de Cuaresma, es habitual que pidan una dispensa para evitar cualquier problema con el menú.
Asimismo, es tradición que en la celebración de la festividad de la Cincomarzada en la capital aragonesa, cuando el día 5 de marzo cae en viernes y en la época de Cuaresma, desde el Arzobispado de Zaragoza se realice una dispensa de abstinencia que afecta a todos los ciudadanos. De este modo, no se genera ninguna duda a la hora de celebrar esta festividad zaragozana.