La educación en Ecuador tiene su cambio más trascendental en la Presidencia del Gral. Eloy Alfaro Delgado, quien con su doctrina liberal separó, en principio, la Iglesia del Estado, lo que tácitamente brindaba una educación laica, basada en valores civiles más que religiosos.
Alfaro inauguró los centros de educación normalista más importantes del país, como el Manuela Cañizares para mujeres y el Juan Montalvo para varones, instituciones que hasta el día de hoy gradúan a maestros que ejercen su profesión y labor a lo largo y ancho del país.
Varios ex – alumnos de estos colegios concuerdan que la tónica principal de la enseñanza es el acercamiento con la realidad ecuatoriana, a través de las prácticas en diferentes localidades rurales.
Pero sin duda dos de los símbolos educativos más grandes que realizó en la ciudad de Quito fueron el Instituto Nacional Mejía y el Colegio Militar que hoy lleva su nombre, con el primero prácticamente se inauguraba la educación laica, mientras que con el segundo la carrera militar disponía de mayores recursos para una formación integral.
Estos avances los realizó mediante la sanción a la Ley de Instrucción de 1897 logrando que el Estado se reserve todo el control del ciclo de enseñanza, incluso la educación superior, volviéndola laica y gratuita.
Varios ex – alumnos de estos colegios concuerdan que la tónica principal de la enseñanza es el acercamiento con la realidad ecuatoriana, a través de las prácticas en diferentes localidades rurales.
Pero sin duda dos de los símbolos educativos más grandes que realizó en la ciudad de Quito fueron el Instituto Nacional Mejía y el Colegio Militar que hoy lleva su nombre, con el primero prácticamente se inauguraba la educación laica, mientras que con el segundo la carrera militar disponía de mayores recursos para una formación integral.
Estos avances los realizó mediante la sanción a la Ley de Instrucción de 1897 logrando que el Estado se reserve todo el control del ciclo de enseñanza, incluso la educación superior, volviéndola laica y gratuita.
