La campaña costará 2.500 euros –2.200 del alquiler del espacio publicitario y 300 de la impresión de las vallas publicitarias–, explicó el presidente de Ateos de Cataluña, Joan Carles Marset, a finales de la semana pasada en rueda de prensa.
Hasta ahora, la campaña ha conseguido recaudar 9.354 euros en donativos privados, que oscilan entre los tres y los 300 euros. Marset desmintió que el 'Bus ateo' haya recibido subvenciones públicas, aunque confesó el apoyo del comité de empresa de TMB.
Madrid será la próxima ciudad en ver circular estos autobuses, porque la campaña ya se está negociando con la empresa que gestiona la publicidad de transporte público de la capital. No obstante, allí ya han empezado las contrapropuestas mucho antes que la campaña.
Los organizadores señalaron que su intención es extender la campaña cuanto antes a ciudades como Valencia –el 26 de enero por un plazo de dos semanas– Bilbao, Sevilla y Zaragoza, aunque no descartó prolongar este tiempo si se consiguen más recaudación.
La campaña empezó cuando la periodista británica Ariane Sherine escribió un artículo en 'The Guardian' para promover una campaña en los autobuses de Londres (Reino Unido) el 4 de enero de 2009, que fue asumida por la British Humanist Association (BHA).
Esta campaña se extendió de la capital a ciudades como Birmingham, Manchester y Edimburgo, tras recaudar 135.000 libras –150.000 euros–. También se realizó en Washington y en Australia.
En Cataluña, la entidad E-Cristians, liderada por el ex dirigente de CiU Josep Miró Ardèvol, anunció una campaña a favor de la existencia de Dios en los autobuses de Barcelona para contrarrestar la que comenzará Ateos de Cataluña.
La entidad celebró la iniciativa de los organizadores de situar el debate sobre Dios en el espacio público y, en este sentido, dijo que quiere hacer su aportación.