Las autoridades religiosas cancelaron o limitaron las congregaciones de oración semanales en todo el Oriente Medio el viernes como una medida para evitar la propagación del nuevo coronavirus, y exhortaron a los fieles a rezar por aquellos que han sido afectados por la pandemia mundial.
Irán, país que registra el brote más grave en la región, anunció otras 85 muertes, lo que elevó su total a 514, con 11.364 casos confirmados. El número real de casos podría ser incluso mayor dado a que han surgido dudas sobre la transparencia de las autoridades iraníes.
Sudán reportó su primer caso, un hombre mayor de 50 años que murió el jueves tras volver de una visita reciente a los Emiratos Árabes Unidos. El país del este de África se encuentra sumido en el caos después del derrocamiento del presidente Omar al-Bashir el año pasado, y su infraestructura ha sufrido de décadas de sanciones.
Líderes cristianos, musulmanes y judíos en Jerusalén informaron que los servicios religiosos se mantendrían en Tierra Santa pero limitaron las congregaciones en espacios cerrados después de que el Ministerio de Salud de Israel prohibiera los actos con más de un centenar de personas.
En el Muro de los Lamentos de Jerusalén, el lugar de oración más sagrado para los judíos, las autoridades limitaron el acceso a zonas cerradas. Pero la Fundación de Patrimonio del Muro de los Lamentos, organismo que supervisa el sitio, afirmó que no habría restricciones para la plaza principal debido a que es un “espacio amplio y abierto”.
En fechas recientes, la fundación había alentado a la gente a unirse en plegarias especiales por las víctimas del virus, que ha infectado a más de 130,000 personas y causado más de 5,000 muertes a nivel mundial.
Mientras tanto, el rabino jefe sefaradí de Israel, Yitzhak Yosef, instó a la población a no visitar el Muro, cancelar las oraciones multitudinarias y orar cerca de sus hogares “hasta que pase la ira y venga la piedad del cielo”.
Para la mayoría de las personas, el coronavirus causa apenas síntomas leves o moderados, como fiebre y tos. Para algunos, especialmente adultos de edad avanzada y personas con problemas existentes de salud, puede causar enfermedades más severas, incluyendo neumonía. La gran mayoría de los pacientes se recupera del nuevo virus y del COVID-19 que la causa.
