El Parlamento de Letonia ha aprobado un conjunto de leyes que sienta las bases legales para la unión civil entre las personas del mismo sexo. La propuesta obtuvo 53 votos a favor y 43 en contra.
El Parlamento de Letonia, conocido como Saiema, ha aprobado un histórico paquete de leyes que allana el camino para la unión civil entre personas del mismo sexo. El punto clave de la legislación, que faculta a los notarios para registrar a dos adultos como socios civiles, ha logrado superar la votación con 53 votos a favor y 43 en contra.
La iniciativa, presentada en diversas ocasiones desde 1999, ha generado manifestaciones en contra de las uniones civiles homosexuales. Frente al Parlamento, se han registrado protestas no solo contra esta medida, sino también contra la propuesta de ratificación del Convenio de Estambul para prevenir y combatir la violencia de género y la violencia doméstica.
Varios parlamentarios de la oposición han asegurado su intención de recoger firmas para solicitar al presidente Edgars Rinkēvičs que no firme las leyes. La coalición de centroizquierda liderada por la primera ministra Evika Siliņa, que cuenta con 54 escaños en la Saiema, ha respaldado mayoritariamente la propuesta.
El paquete legislativo no se limita solo a la creación de la unión civil, sino que aborda cambios significativos en diversas áreas. Entre ellos, se destaca el derecho de dos adultos solteros a registrar una unión civil ante notario, así como modificaciones en leyes relacionadas con atención médica, impuestos, pensiones y conflictos de interés.
Los derechos y deberes para las parejas del mismo sexo
Estos cambios otorgan derechos y establecen deberes para las parejas civiles, incluyendo el derecho a visitar a la pareja en centros de atención médica y tomar decisiones de atención médica en caso de necesidad. Además, se plantea la inclusión del estatus de unión civil en un registro nacional para determinar la aplicabilidad de privilegios o restricciones por parte de instituciones estatales y municipales.
No obstante, la aprobación de estas leyes no ha estado exenta de controversia. Quienes se oponen argumentan que este paso hacia la unión civil podría ser interpretado como un primer paso hacia el matrimonio entre personas del mismo sexo, considerado como prohibido por la Constitución letona. El artículo 110 de la Constitución, enmendado en 2005, establece que el matrimonio solo puede ser entre un hombre y una mujer.
Ramona Petraviča, diputada del partido opositor Primero Letonia, ha calificado la unión civil como un «sustituto del matrimonio homosexual», generando un intenso debate en el país. A pesar de estas críticas, es importante destacar que las sanciones penales por relaciones homosexuales fueron abolidas en Letonia poco después de recuperar su independencia en 1991, marcando un avance en la aceptación de la diversidad sexual en el país báltico.