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Leonor será «presentada» a la Virgen de Covadonga como lo fue su padre y otros herederos de la Corona

El 8 de septiembre de 2018 será una fecha señalada en los años de infancia de la princesa Leonor, que están transcurriendo en general fuera de los actos oficiales de la Casa del Rey. Por primera vez acudirá, ya con 13 años, al Santuario de Covadonga, tan ligado a la monarquía y a la Historia de España desde el inicio de la Reconquista.

Oficialmente, la visita de los reyes y de sus hijas en la festividad de la Virgen se enmarca en que este año 2018 se cumple el centenario de la coronación de la Virgen de Covadonga, también el centenario del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, y los 1.300 años de los orígenes del Reino de Asturias por don Pelayo.

Pero, además, será una especie de “presentación” de Leonor ante esta Virgen. Es tradición que los herederos de la Corona acudan a este santuario, allí donde los cristianos rechazaron a los árabes en 722. Su padre don Felipe acudió en 1977, y recibió la placa y las insignias de príncipe de Asturias.

La Familia Real acudirá este 8 de septiembre, y así grabará un nuevo hito en los siglos de relación especial de la monarquía española con la Virgen de Covadonga.

Durante la Edad Media y posteriormente esta relación se fue consolidando. Por ejemplo, fue Alfonso X el Sabio de Castilla y León quien ordenó trasladar a la Santa Cueva de Covadonga los restos de don Pelayo y su esposa la reina Gaudosia.

Los duques de Montpensier

Pero las visitas documentadas son más recientes, de mediados del siglo XIX. La primera tuvo lugar en 1857. Los días 14 y 15 de junio de aquel año viajaron a este rincón de Asturias la infanta María Luisa Fernanda, hija pequeña de Fernando VII y por tanto hermana de la reina Isabel II. La infanta acudió acompañada de su marido el infante Antonio de Orleans, duque de Montpensier, que llegó a pretender el trono de España.

El cuaderno de memorias de Francisco González, vecino de Soto de Cangas, recoge una crónica extensa de aquel viaje (que se puede leer en este blog). En la cueva de la Virgen “se dijo una misa solemne y de lo mejor, en el ofertorio de ella entregaron a la Soberana Virgen un regalo de varias alhajas de las que ignoro el nombre, una de ellas creo era un viril de lo más magnífico, almorzaron de mediodía y volvieron a pernoctar a Cangas, y al otro día marcharon”.

Además, los infantes acudieron al punto llamado “Repelao”, donde se cree que fue proclamado rey don Pelayo, y allí inauguraron un obelisco conmemorativo.

Isabel II y Alfonso XII

Contenta por el buen recibimiento que habían dado los asturianos de la zona a su hermana, la reina Isabel II viajó a Covadonga un año después. Se hicieron reparaciones, incluso se construyó una carretera, para facilitar el acceso de la Familia Real en esta visita de 1858.

La monarca acudió junto a su esposo Francisco de Asís, y sus dos hijos: el príncipe Alfonso y la infanta María Isabel. En Covadonga, cuenta en su libro Francisco González, “se confirmó el Príncipe y a su recibimiento en aquél punto se hallaba el señor obispo de Oviedo y otro arzobispo”, y además “se dijo misa en el Collado por el señor obispo con el mayor esmero y decencia, la concurrencia de gente era tanto o más que el día de la función. Estas reales personas regalaron a la Virgen un vestido con su manto y dos pontificales, uno blanco y otro negro. Salieron de Covadonga de dos a tres de la tarde y fueron a pernoctar a Gijón, muy agradecidos de esta provincia por lo muy pacífica que es”.

Casi veinte años después, ya tras la Restauración de la monarquía, el rey Alfonso XII -que, como se ha indicado, había ya acudido siendo príncipe- fue en 1877 a Covadonga: allí presenció, el día 2 de julio, el inicio de las obras de construcción de la Basílica, que se terminó en 1901. Alfonso XII se había interesado por el levantamiento de ese templo.

De Alfonso XIII a Felipe VI

Ya en el siglo XX, Alfonso XII repitió visita al santuario. En 1902, el mismo año en que fue proclamado rey con 16 años, pasó por Covadonga durante una visita a Asturias. Volvió en 1918 junto a la reina Victoria Eugenia para presidir la coronación de la ‘Santina’.

De aquella ocasión han quedado numerosas fotografías (que se pueden ver pinchando aquí). El rey plantó un árbol, firmó el acta de coronación de la Virgen, y entregó una bandera al Regimiento de Covadonga.

Con el “salto” del conde de Barcelona, la Segunda República y la dictadura de Franco, la siguiente visita fue en 1976. Juan Carlos I y la reina Sofía recorrían por entonces España, en una especie de “gira de presentación” como reyes. Durante su etapa en Asturias pararon en Covadonga y acudieron a la cueva a venerar a la Virgen, como recogió ya la televisión.

En ese viaje, el presidente de la Diputación de Asturias realizó al rey Juan Carlos la petición oficial  para que su hijo Felipe llevara el título de Príncipe de Asturias.

Así que un año después, 1977, los reyes Juan Carlos y Sofía, el príncipe Felipe y sus hermanas Elena y Cristina fueron a Covadonga, donde Felipe recibió las insignias y la cruz de la Victoria propias de la dignidad de príncipe de Asturias.

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