Cuando el diario sensacionalista británico «The Sun» tituló su edición diciendo: «De las juventudes hitlerianas… al Papa Ratzi», Georg Ratzinger se vio en la necesidad de explicar con claridad el pasado de su familia y de su hermano. «Quien escribe tal tipo de cosas», indicó Georg, «no entiende lo que pasaba en aquellos tiempos».
Según sus declaraciones, en los tiempos de la Alemania nazi, los Ratzinger escuchaban en la radio las noticias de los aliados. «Era un acto de desafío simple pero arriesgado en la pequeña ciudad bávara. Nuestro padre lo hacía para que sus hijos supiéramos la verdad sobre los nazis y la Segunda Guerra Mundial», recordó.
«Escuchar a los aliados estaba absolutamente prohibido. Si te atrapaban te enviaban a un campo de concentración, así que lo hacíamos en secreto. Las noticias alemanas no eran ciertas. Mi padre quería escuchar lo que en verdad sucedía», afirmó. Además, el sacerdote reconoció que pertenecer a las juventudes hitlerianas a los 14 años y al ejército a los 18 años, les permitieron sobrevivir a él y al actual Pontífice.
«(El Papa) No tenía alternativa. Tenías que unirte o te disparaban. Era un régimen brutal, una dictadura inhumana», declaró el sacerdote y añadió que «Él (por su hermano) fue operador de radio. Nunca peleó. Eran tiempos duros y tuvo que mantener los cañones, pistolas y otros suministros».
En 1943, cuando Joseph Ratzinger tenía 16 años, toda su clase del seminario fue convocada para ayudar en las baterías antiaéreas del ejército alemán. En 1944, fue obligado a servir en la construcción de diques antitanques en la frontera austro-húngara. «Un oficial del S.S. vino y nos obligó a alistarnos, a “ser nazis”», afirmó Georg Ratzinger.
Incluso el presidente de la Liga Antidifamación de Estados Unidos, Abraham Foxman, ha salido en defensa del nuevo Pontífice afirmando que «Benedicto XVI es un superviviente de la tiranía y debe ser valorado como un hombre que vio lo peor de la humanidad y pasó su vida en pos de algo muchísimo mejor».