La irrupción de VOX en el panorama político español ha provocado que muchos hayan reparado en un partido cuyo programa contempla un estricto control de la inmigración y las fronteras, la suspensión de las autonomías, la eliminación de casi todos los impuestos salvo un IRPF máximo del 21% o medidas contra el fundamentalismo islámico. Una propuesta electoral que ha encontrado en el Ejército y en la Iglesia apoyos para difundir al resto de la sociedad unos fundamentos que recuerdan más al oscuro siglo XX que al XXI.
Ejército
Las relaciones de VOX con el Ejército son inmejorables, como por otra parte sucede en otros países del mundo en los que la extrema derecha ha gobernado u ocupado un espacio de poder considerable (Estados Unidos, Brasil, Grecia, Italia, Polonia o Hungría). Podríamos aseverar que el partido de la extrema derecha española es, con gran diferencia, quien mejores relaciones mantiene con los militares y, lo que es más difícil, a todos los niveles. Pues ha conseguido una extraordinaria sintonía tanto con la cúpula militar, homogéneamente conservadora, como con la clase de tropa, mucho más heterogénea ideológicamente hablando.
Para empezar, habría que señalar que ningún partido político representativo ha llegado tan lejos ni ha expresado de forma tan explícita los máximos anhelos de los militares españoles. Algo que quedó patente cuando a comienzos del pasado mes de octubre VOX dio el primer aviso sobre su ascenso al llenar la plaza de toros de Vistalegre (Madrid) con más de 10.000 personas y se conoció parte del programa militar:
- Aumentar el presupuesto militar hasta lo exigido por la OTAN y Estados Unidos (el 2%).
- Combatir militarmente la amenaza yihadista.
- Modernizar las fuerzas armadas.
- Terminar con la precariedad laboral de los militares de tropa (ahora expulsados a los 45 años).
- Exigir a Marruecos el reconocimiento de la españolidad de Ceuta y Melilla, así como que la OTAN incluya a ambas ciudades dentro de su esfera de protección.
- Recuperar políticamente Gibraltar.
Pero los vínculos de la formación ultraderechista con el ámbito militar van mucho más allá de un programa electoral muy del gusto del paladar castrense, ya que se ha tejido con acciones a muy diversos niveles. Por ejemplo, la formación ha estado apoyando a los militares mayores de 45 años de edad que reclaman no ser expulsados, tanto es así que en octubre de este año el Ejército abrió expediente al cabo Jenner López, presidente de la asociación profesional ’45sindespidos’, por intervenir en un mitin del partido el pasado 10 de marzo en el teatro La Latina de Madrid. Nada más y nada menos que junto al propio Santiago Abascal, presidente de VOX, y su secretario general, Javier Ortega. PP, PSOE, Cs o Podemos jamás apoyaron a este colectivo con tanta contundencia ni pomposidad.
Además, VOX ha realizado diferentes actos promocionales en instalaciones militares, como el vídeo difundido por el secretario general de Vox, Javier Ortega, paseando por el Tercio de la Armada y la Escuela de Suboficiales en San Fernando (ambas instalaciones situadas en Cádiz). Este vídeo fue difundido el jueves 29 de noviembre, solo tres días antes de las elecciones en Andalucía.
Tal es la vinculación de VOX con el mundo militar que dos de la docena de diputados que entraron en el Parlamento andaluz representando a la formación ultraderechista fueron militares en el pasado (Luz Belinda Rodríguez perteneció al Ejército del Aire y Benito Morillo Alejo a la Guardia Civil). Incluso, el mencionado secretario de la formación, Javier Ortega, fue militar durante cuatro años en grupos de Operaciones Especiales.
Vínculos que se refuerzan con el anuncio este 13 de diciembre de la incorporación del exgeneral Fulgencio Coll, Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra en el año 2008, como número uno de VOX a la alcaldía de Palma de Mallorca, máxime si tenemos en cuenta sus conexiones familiares con el franquismo y otros episodios históricos, según el propio Fulgencio, ya que «su padre fue el último presidente de la Diputación antes de convertirse en Consell insular, su abuelo, Juan Coll Fuster, fue alcalde de Palma entre 1945 y 1952, al igual que el abuelo de este, Juan Coll Crespí en 1856, y el Conde de San Simón en 1846».
Al más alto nivel, además, la formación ultraderechista cuenta con Rafael Bardají, cuyo currículum resulta inmejorable en este sentido: fundador en 1987 del Grupo de Estudios Estratégicos (GEES) y director hasta 1996, asesor de los exministros de Defensa Eduardo Serra (de 1996 a 2000) y Federico Trillo (de 2000 a 2002), subdirector del Real Instituto Elcano de 2002 a 2004, director de política internacional de la Fundación FAES de Aznar y declarado sionista (impulsor en 2010 de Friends of Israel Initiative).
No es casualidad, pues, que cuando este verano más de mil militares retirados y en la reserva, muchos de los cuales ocuparon cargos de enorme responsabilidad en los últimos veinte años, se opusieron públicamente a la decisión del Gobierno español de exhumar el cuerpo del dictador español fuera VOX la única formación política de relevancia que apoyó sin fisuras la postura de los militares franquistas con un comunicado en su propia página web. Apoyo que no exhibieron ni el PP ni Cs.
En el ámbito policial, los vínculos son igualmente extraordinarios, pues hay informaciones que aseveran que en las diferentes elecciones que se producirán en el año 2019 la formación ultraderechista contará con exmilitares y ex agentes policiales en diversas localidades (se apuntan negociaciones en Córdoba, Gijón, Madrid y Cádiz). Especial es la relación de VOX con la asociación Jusapol, a la que ha apoyado en actos públicos en Madrid y Barcelona, y con la que comparte vínculos especiales, pues Carlos Morales, vinculado a Jusapol en el pasado y que ha participado en actos políticos del partido de extrema derecha, protegió en los años noventa al padre de Santiago Abascal. Por ello, no es de extrañar que VOX haya participado en más de 60 manifestaciones de Jusapol.
Iglesia
Sin ninguna duda, otro de los pilares de VOX para proyectarse socialmente ha sido la Iglesia y la asociación ‘HazteOír’, muy vinculada al mundo eclesiástico. De hecho, hasta media docena de obispos han apoyado de una u otra manera al partido ultraderechista en cuanto a la promoción de la familia tradicional y el rechazo del aborto, la eutanasia o la igualdad de la mujer en la sociedad.
Y aunque el único que ha avalado explícitamente a la formación ha sido Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, el partido ultraderechista cuenta con la simpatía de los obispos más radicales: Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares; José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián; Jesús Sanz, obispo de Oviedo; y Fidel Herráez, obispo de Burgos. No son los únicos, pues miembros del Opus Dei y El Camino Neocatecumenal también han secundado los postulados antes mencionados, situación que ha provocado, incluso, la preocupación de la Conferencia Episcopal.
Eldiario.es apuntaba, basándose en declaraciones del mexicano Álvaro Delgado a ETB, que el apoyo de la asociación ‘HazteOír’ podría estar promovido por un grupo ultracatólico secreto denominado El Yunque. Un grupo con poder tanto en México como en España.
Así pues, tanto en el caso militar como en el eclesiástico, si bien las expresiones oficiales de apoyo a la formación han sido mínimas o inexistentes, se percibe con cierta claridad que ambas instituciones comparten valores, principios y objetivos con VOX.
Luis Gonzalo Segura
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