La cabalgata de las Magas de Enero (Llibertat, Igualtat y Fraternitat) recorrieron ayer, por cuarto año consecutivo, las calles del centro de la ciudad de Valencia para festejar el solsticio de invierno y trasladar un mensaje de cultura y amor.
El tripartito que encabeza el alcalde Joan Ribó (Compromís) ha sido el promotor de la recuperación de esta fiesta que se celebró en 1937, cuando Valencia fue la capital de la República y aunque poco a poco parece que se ha ido normalizando su celebración, todos los años recibe las críticas de la oposición.
La candidata del PP a la Alcaldía de Valencia, María José Català, lamentó que los ciudadanos hayan tenido que sufrir cortes de tráfico en el centro, coincidiendo con el primer día de rebajas y además, con una carrera que tenía cortada otra parte de la ciudad. Señaló que la cabalgata necesitó de un operativo de la Policía Local de 20 agentes y se desviaron o cortaron 11 líneas de EMT durante más de tres horas.
Remarcó también que el trasfondo de este evento, laico y republicano, tiene como «trasfondo el rechazo a la Navidad y los Reyes Magos». Por este motivo, criticó el uso «partidista y provocador» que Ribó hace del balcón del Ayuntamiento. Además, los organizadores reciben una subvención municipal de 25.000 euros al año. «Sus promotores no esconden sus simpatías por los independentistas catalanes y arengan al público con canciones con referencias al País Valencià».
Català se refiere a la Societat Coral El Micalet que promueve esta Fiesta de la Infancia y que contó con varios espectáculos musicales, gigantes y cabezudos y «muixerangas».
La cabalgata concluyó en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, donde las Magas, que representan la Igualdad, la Libertad y la Fraternidad, fueron recibidas por el alcalde, Joan Ribó.
Las mujeres que encarnan a las protagonistas de la cabalgata en esta ocasión fueron María Escaola, Beatriu Cardona y Pilar Soriano, esta última es la concejal de Medio Ambiente de Compromís.
