Las cuentas sirven para que «las empresas privadas de sanidad y educación se hagan de oro» y no para unos servicios públicos de calidad. «Muestran muy claramente la senda privatizadora del PP», afirma Nieto, portavoz de Por Andalucía.
Las izquierdas, que están en la oposición en Andalucía, rechazaron este miércoles el presupuesto presentado por el Gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla (PP), que cuenta con mayoría absoluta. Lo hicieron en términos contundentes y tanto Por Andalucía como Adelante han anunciado sendas enmiendas a la totalidad.
Para Inma Nieto, portavoz de Por Andalucía, las cuentas sirven para que «las empresas privadas de sanidad y educación se hagan de oro» y no para unos servicios públicos de calidad. «Muestran muy claramente la senda privatizadora del PP», afirmó Nieto.
Las críticas se centraron en el tratamiento de dos de los pilares fundamentales de los que se ocupa el Gobierno andaluz, la sanidad y la educación, a los que se destina la mitad del presupuesto. «Por cada euro que crece el presupuesto de la sanidad pública, crece tres euros el de la sanidad privada. Por cada euro que crece la educación pública, crece dos la educación concertada», manifestó Nieto.
La portavoz se refiere a las siguientes cuentas. Mientras la cantidad destinada a Salud aumenta un 6,9%, la destinada a los conciertos con la privada lo hace un 21,5%. Y mientras el presupuesto destinado a la consejería de Educación crece un 3,5%, las cuantías para conciertos en las etapas infantil y primaria suben un 8% y en la secundaria, bachillerato y FP un 8,6%.
La apuesta del Gobierno andaluz por aumentar el peso de la educación en manos privadas, fundamentalmente católica, es evidente: año tras año y poco a poco, va in crescendo.
En términos relativos, la escuela concertada se llevaba año tras año durante los gobiernos del PSOE, alrededor del 10% (décima arriba, décima abajo) del gasto total en educación. El año pasado ya alcanzaba el 11,5%. La red concertada había crecido entre 2018 y 2023 un 22,5%, según datos que aportó la anterior consejera, Patricia del Pozo, hoy en Cultura.
Nieto también ha llamado la atención sobre el gasto farmacéutico, que acumula «uno de cada tres euros del presupuesto del Servicio Andaluz de Salud» y ha señalado la «batalla de largo aliento» que la izquierda mantiene con el Gobierno después de que este liquidase la subasta de medicamentos y «rechace poner en marcha mecanismos que permitan la adquisición por unos precios sensiblemente mejores, aliviando una parte creciente del coste que afronta el SAS».
Para Adelante Andalucia, las cuentas «ahondan en la privatización de la sanidad». «Hay una derivación masiva a la privada», afirmó la diputada Maribel Mora. La parlamentaria ha manifestado que «el aumento de la plantilla sanitaria es pírrico» y ha señalado una subida del 16,9% de los sueldos de los altos cargos del SAS, que ha cuantificado en 325.000 euros más para directivos.
«El problema sanitario lo van a hacer descargar en la Atención Primaria», analizó Mora. La diputada criticó las previsiones de la Consejería de Salud de incrementar, según dijo, «en 1.350.000 las asistencias» en Atención Primaria «cuando ya están desbordados«. Para Mora esto será «la puntilla para acabar con la Atención Primaria».
Moreno destaca los «esfuerzos»
Por su parte, el presidente se defendió de las críticas y vendió el «esfuerzo» de la administración autonómica por mejorar la situación de la sanidad pública andaluza.
Moreno apeló a «algunos sectores de la sociedad» para que, además de «la crítica para que mejoremos», también tengan en cuenta «la cantidad de cosas que se hacen diariamente, la cantidad de vidas que se salvan y el enorme trato que dan los profesionales» sanitarios.
Hoy hay concentraciones de los profesionales sanitarios, convocadas por cuatro sindicatos. Las Mareas también se movilizan y organizan una manifestación para el próximo 17 de noviembre en las ocho provincias.
El presidente consideró que en Andalucía, desde que gobierna el PP, se ha realizado un «innumerable avance en todos los planos». «Pero —admitió— seguimos teniendo problemas y desafíos, y estamos en ello. No vamos a dejar de hacerlo, porque es nuestro reto: intentar mejorar cada día nuestro servicio público de sanidad con los recursos evidentemente que tenemos», recoge Europa Press.