Las iglesias católicas en Países Bajos cancelaron este miércoles sus celebraciones públicas de Navidad, un día después de las fuertes críticas parlamentarias a que las restricciones oficiales del confinamiento exijan el cierre de los colegios, pero no los lugares de culto, debido a la libertad religiosa.
La Conferencia Episcopal neerlandesa explicó en una nota que, tras el “penetrante discurso del primer ministro, Mark Rutte”, el pasado lunes, en el que declaró el cierre de toda la actividad no esencial y la cancelación de las clases presenciales, se decidió “que no se llevarán a cabo celebraciones públicas, como la misa en Nochebuena”, que será retransmitida «on line» y por televisión.
Esto supone que tampoco habrá misa la mañana del 25 de diciembre, porque “los obispos quieren evitar desplazamientos de muchas personas a la vez debido al confinamiento”, declarado hasta el 19 de enero, porque “son precisamente las celebraciones de Nochebuena y Navidad las que suelen atraer a mucha gente”.
Pero mantiene las misas habituales de los domingos y otros eventos en el día de Navidad porque los obispos creen que son “imprescindibles” estas celebraciones, ya que “el culto y los sacramentos ofrecen a las personas alimento espiritual para apoyar la vida personal en la fe, lo que les da fuerza, esperanza y valentía, especialmente en estos tiempos difíciles”.
La Conferencia subraya que los obispos “han asumido la responsabilidad de la salud pública desde el inicio de la pandemia” y han “promulgado medidas estrictas” para sus misas, con la recomendación oficial -que seguirán aplicando- de acoger en sus lugares de culto a un máximo de treinta creyentes a la vez, excluidos obispos, personal y cantantes.
“Se aplican todas las medidas y restricciones que ya se han establecido en el protocolo ‘la vida de la iglesia a metro y medio’ de distancia, lo que incluye el consejo de usar mascarilla, que solo se puede quitar para recibir la sagrada comunión… Tampoco podrá realizarse el canto armónico y se permitirá el canto coral con un máximo de cuatro cantantes”, añade.
El Parlamento neerlandés criticó este martes lo que consideró “inconsistencias” en el confinamiento, como el cierre obligatorio de las escuelas y los comercios, mientras se observan aglomeraciones en el Aeropuerto Schiphol de Ámsterdam y se mantienen abiertos los lugares de culto.
La izquierda verde Groenlinks, los socialdemócratas (PvdA), el Partido de los Animales e incluso el grupo parlamentario de los progresistas D66 (socios del Gobierno de Rutte) criticaron la decisión y exigieron la reapertura de las escuelas el 11 de enero, una semana antes de lo previsto.
“¿Es un derecho fundamental más importante poder ir a la iglesia, antes que ir al colegio?”, preguntó al Ejecutivo el líder de PvdA, Lodewijk Asscher.