Nueva Zelanda ha legalizado las bodas de los seguidores de esta religió paródica que promueve la tolerancia.
Estos esperan que sus matrimonios serán “legalmente vinculantes” a partir del próximo febrero.
Fue creada en 2005 por el estadounidense Bobby Henderson como protesta por la difusión en las escuelas públicas del estado de Kansas de la doctrina creacionista.
Los pastafaris, seguidores de la llamada Iglesia del Monstruo del Espagueti Volador, podrán casarse oficialmente en Nueva Zelanda, un reconocimiento importante para esta religión paródica, cuyo objetivo es promover la tolerancia.
La aprobación oficial, anunciada el pasado diciembre, fue recibida con júbilo en la página de Facebook de esta congregación religiosa, que espera que sus matrimonios serán “legalmente vinculantes” a partir del próximo febrero.
El pastafarismo, que combina las palabras pasta y rastafarismo, es “una religión aprobada por el Gobierno”, declaró triunfante esta semana la ramen superior o representante en Nueva Zelanda de la Iglesia, quien prefiere mantener su nombre en el anonimato.
Los términos culinarios como pasta o ramen (un tipo de fideo japonés) están relacionados con el Monstruo del Espagueti Volador o Señor Tallarinesco, al que consideran creador del Universo.
Pastafaris, sobre todo en Australia y EE UU
Los pastafaris gustan de llevar un sombrero pirata o un colador de pasta en las fotos oficiales, lo que les ha supuesto algún problema burocrático en algunos países.
Australia o Estados Unidos no reconocen al pastafarismo como una religión, aunque en ambos países dos pastafarianos consiguieron que les permitieran aparecer en un carné oficial con un colador en la cabeza por motivos religiosos.
Sus símbolos
La Iglesia del Monstruo del Espagueti Volador fue creada en 2005 por el estadounidense Bobby Henderson como protesta por la difusión en las escuelas públicas del estado de Kansas (EE UU) de la doctrina creacionista, basada en la creación del mundo por Dios, en detrimento de la teoría de la evolución de Darwin.
Henderson parodió el “diseño inteligente”, que defiende que el Universo fue concebido por un ente superior y rechaza la selección natural, mediante la creación de un dios en forma espaguetis entrelazados con dos albóndigas.
A continuación, solicitó que el pastafarismo, que proclama que el Señor Tallarinesco creó el Universo después de una borrachera, se enseñara también en las clases de ciencia.
Entre sus símbolos también está el tenedor para comer espaguetis y sus oraciones deben terminar en RAmen o r’Amen (juego de palabras entre los fideos ramen y amén).
Sin embargo, las distintas congregaciones pastafarianas defienden tesis ligeramente diferentes. Algunas congregaciones como la estadounidense defienden que el paraíso está lleno de volcanes de cerveza y bailarines de striptease, que también habitan el Infierno, aunque en este caso con enfermedades venéreas.
Los pastafaris neozelandeses no creen en esta versión escatológica y, a diferencia de los grupos en Estados Unidos y Australia, aseguran que el Monstruo del Espagueti Volador es intersexual o hermafrodita.
Los seguidores de esta peculiar fe defienden sus creencias sin ocultar el matiz irónico con el objetivo de promover el pensamiento racional y la tolerancia.
“Creemos que el cambio puede suceder a través de la risa en lugar de la violencia religiosa tradicional”, aseguró la ramen superior neozelandesa, en una crítica velada al extremismo religioso.
El pastafarismo no es la única religión paródica, ya que existen otras como la del Jedi, inspirada en la saga cinematográfica La Guerra de las Galaxias, o incluso la de los adoradores de Google, que considera que ese buscador de internet es lo más parecido a Dios porque responde a las oraciones y lo sabe todo.
COMENTARIO: Un hecho más que pone de manifiesto lo absurdo de que actos civiles sean realizados por una entidad particular como son las confesiones religiosas, sean las tradicionales o esta “religión” que trata de parodiar las creencias religiosas.