Las intolerancias o alergias a determinados alimentos, el colesterol y las restricciones alimentarias que imponen algunas creencias religiosas están condicionando cada vez más los menús que se sirven en los comedores escolares. En los centros públicos de Arousa que disponen de este servicio, raro es el que no contempla esta casuística. El que se acaba de abrir este curso en Vilariño (Cambados) y el de Dena (Meaño) constituyen las pocas excepciones pero en los demás hay docenas de niños que comen distinto a sus compañeros porque tienen intolerancia al tomate, al kiwi o son celíacos. Y tampoco falta el caso de niños musulmanes que sustituyen la carne de cerdo por una dieta vegetariana.
En el Progreso de Catoira están preparados para recibir a un alumno de esta religión pero, a la espera de que se incorpore, los cocineros ya tienen bastante con atender las peculiaridades de una decena de alumnos de un total de 340. En el comedor escolar de Ribadumia hay tres niños celíacos y uno con intolerancia al huevo de un total de 90 usuarios y en el de Mosteiro (Meis) tienen que preparar menús no solo para niños celíacos y con intolerancias, también los hay con una dieta especial por colesterol.
En los cuatro comedores que gestiona la empresa Sala Gradín en Arousa hay casos muy diversos. Desde el alumno que no tolera las lentejas, al que no puede comer pescado o habas y garbanzos. Y también un PLV (intolerancia a la proteína de la leche de vaca). La empresa de cátering sostiene que esta diversidad a la hora de preparar los platos supone un gasto a mayores, pues obliga a liberar a dos personas para encargarse de estos menús especiales, que en ningún caso repercute en las familias.
La Consellería de Educación exige un certificado médico para solicitar una dieta especial
Para tener opción a un menú diferente es necesario justificar la dieta por razones médicas. Ni Foanpas ni la Consellería de Educación admiten casos de niños vegetarianos amparándose en esos mismos criterios médicos. En el caso de que se aleguen creencias religiosas para tener un menú especial, que generalmente consiste en la eliminación de la carne de cerdo, basta con solicitarlo al centro escolar.
La Consellería de Educación regula establece que «o menú será único para todos os usuarios do comedor escolar, agás nos casos de alumnos que padezan calquera tipo de intolerancia ou alerxia alimentaria, xustificada mediante certificado médico». De darse esta situación, añade, «o consello escolar de cada centro autorizará que se sirvan menús adaptados ás súas necesidades, ou, se é o caso, que lles faciliten os medios necesarios para a conservación e consumo de menús proporcionados polas familias».
El mismo decreto indica que la elaboración de la comida se hará de forma que proporcione al alumnado una dieta adaptada a las necesidades nutricionales de cada grupo de edad.