Además de la polémica con la Virgen del Amor, en España hay al menos 107 alcaldesas perpetuas, 15 alcaldes perpetuos y otra decena de entes religiosos con honores militares.
La concesión de la Medalla de Oro al Mérito Policial que el Ministerio del Interior impuso en 2014 aNuestra señora María Santísima del Amor ha hecho correr ríos de tinta sobre el fenómeno de los entes religiosos con honores otorgados por organismos públicos. El debate sobre la idoneidad de este tipo de condecoraciones en un Estado laico ha llegado ya a los tribunales después de que Europa Laica y Movimiento hacia un Estado Laico (Mhuel) denunciaran a la cartera de Jorge Fernández Díaz porque la citada virgen “desde el más absoluto respeto”, ni es funcionario “ni es persona”, se leía en la querella.
Pero más allá de esta única condecoración religiosa desde Ministerio del Interior, las Administraciones de menor nivel han otorgado en España decenas de Medallas de Oro y honores de Alcalde y Alcaldesa Perpetuos a Vírgenes, Cristos y otros entes religiosos. Hasta 143 son las distinciones recopiladas por la plataforma laicismo.org, que invita a todo aquel que conozca de la existencia de condecoración de este tipo en su municipio a sumar los datos a este particular sumario de condecoraciones a entes católicos en España.
Aunque algunos de los registros datan de hace casi un siglo, prácticamente la mitad de ellos fueron impuestos después del año 2.000. Municipios como Sevilla, Málaga o Cádiz se llevan la palma en el ránking de reconocimientos públicos a entes religiosos, frente a los tres de la Comunidad de Madrid o un único registro en Albacete. No en vano, más de un centenar de los Alcaldes y Alcaldesas Perpetuos, Medallas de Oro o Bastones de Mando se han otorgado en la comunidad autónoma de Andalucía.
Sobre la legislación de estos ‘honores’ a nivel municipal encontramos el artículo 189 del Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales. Establece que los municipios «podrán acordar la creación de medallas, emblemas, condecoraciones u otros distintivos honoríficos, a fin de premiar especiales merecimientos, beneficios señalados o servicios extraordinarios”. Una norma escueta aunque no necesariamente ambigua, que sin embargo se ha abierto, tradicionalmente, a una interpretación muy considerada con la religión católica.
Según esta norma, tanto los requisitos como trámites necesarios para estos honores se determinarán en el Reglamento especial de cada corporación. De esta forma podemos encontrar reglas municipales que fijan que el perceptor ha de ser una persona física, entre otros requisitos, frente a normas como la del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaira, que sostienen que “en casos excepcionales podrá ser otorgado el título de Alcalde/a Perpetua a imágenes religiosas con especial devoción popular”.
La Virgen del Amor no pudo realizar una “actuación extraordinaria»
Sobre la Medalla concedida por Fernández Díaz y cuya entrega ha sido avalada por la propia Audiencia Nacional, la plataforma laicismo.org entiende que “aún obviando el carácter no físico ni jurídico de la deidad” y los puntos necesarios para ser poseedor de la Medalla de Oro al Mérito Policial (resultar muerto en acto de servicio, con mutilaciones o heridas), tampoco la Virgen del Amor pudo realizar una “actuación extraordinaria ni de trascendental importancia”, otra de las condiciones.
“Aunque la Audiencia Nacional se encuentra actualmente revisando esta concesión tras el litigio presentado por la asociación Europa Laica, lo cierto es que la Virgen sigue aferrada a su título”, recuerda la plataforma, que subraya el hecho de que “España es laica, según el artículo 16 de la Constitución”.
Sin embargo, no es la primera vez que el Gobierno hace entrega de condecoraciones. En 2011, la secretaría de Estado para la Inmigración y la Emigración distinguía al obispo emérito José Sánchez con la Medalla de Honor de la Emigración. Al año siguiente, las autoridades oficiales hacían entrega de la Gran Cruz de la Guardia Civil a la Virgen del Pilar (gozaba desde 1994 con la Cruz de Oro). Y en 2014 de nuevo el ministro de Interior depositaba la Medalla de Oro al Mérito Social a la Orden de la Merced“por su labor pastoral en las cárceles españolas”.
Más allá de los honores a cargo del Gobierno central, las más de 140 condecoraciones a nivel local dan fe de que el laicismo del ordenamiento jurídico español entra en contradicciones a ciertos niveles de la Admistración Pública.
