La Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Poza avanzarán en la recuperación patrimonial de la villa gracias a un convenio de colaboración que se iniciará el año que viene para proceder a la restauración del altar mayor de la iglesia de San Cosme y San Damián. En base a este acuerdo, el coste de la actuación rondará los 100.000 euros, de los cuales el Gobierno regional aportará el 70%, mientras que las arcas locales sufragarán el 30% restante. El elevado presupuesto de las obras responde a la intención de ambas instituciones de llevar a cabo una labor integral en el retablo barroco, dado su preocupante estado de conservación y su importante valor artístico.
El altar, labrado en el siglo XVIII por los hermanos Cortés del Valle, tiene como piezas centrales las figuras de los patronos pozanos San Cosme y San Damián junto a elementos de su profesión. Esta obra se instaló en 1710 para sustituir a una pieza renacentista cuyo Sagrario se encuentra en el Retablo de San Andrés.
Gracias a esta intervención, se retomarán las obras dirigidas a la restauración de los singulares elementos del interior del templo, que cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) heredada al considerarse Monumento Histórico-Artístico desde 1974. Justo ahora se cumple una década de la primera actuación en los retablos del templo, concretamente sobre el de la Virgen, que se puso en marcha gracias a un acuerdo con la Fundación Cristóbal Gabarrón.
Los buenos resultados entusiasmaron tanto a los responsables municipales como a los vecinos de Poza, de ahí que apostaran por seguir adelante y recuperar el máximo número de piezas de gran valor artístico de la iglesia ocultas por la pátina del tiempo. Desde un principio, se señaló al retablo de San Andrés como el siguiente de la lista, pero su complejidad y singularidad provocó que los responsables de Patrimonio de la Junta optasen por asumir la recuperación de forma directa.
Esta decisión permitió profundizar en las tareas de recuperación a través del trabajo de los alumnos de la Fundación Gabarrón en el retablo que se ubica en la capilla de San Antonio de Pádua, fechado entre 1741 y 1742 y que alberga la pila bautismal del templo.
El retablo de San Andrés recuperó en 2007 todo su esplendor gracias a la actuación de la consejería de Cultura y Turismo, que a través de la Dirección General de Patrimonio asumió su recuperación total.
Para dar a conocer de forma directa los trabajos ejecutados, se organizó una exposición de las piezas restauradas antes de su recolocación al considerar esta obra de Simón de Bueras como una pieza extraordinaria dentro de la retablística de Castilla y León en la que escasean las piezas renacentistas como ésta, que data del siglo XVI.
El paso del tiempo se refleja de forma muy especial en los retablos que se esconden en el interior de los templos de La Bureba.Por lo tanto, llevar a cabo políticas de restauración en este sentido se antoja cada vez más necesario y urgente.
Al margen de las mejoras en el aspecto visual que estas intervenciones acarrean, también permiten garantizar su futuro, ya que son especialmente sensibles al ataque de plagas de insectos que pueden acabar arruinándolos.