Durante siglos la humanidad ha luchado contra la esclavitud, y el género femenino no se ha librado de esto puesto que en pleno 2018 aún existen países en donde se puede comprar una esposa.
Parece una locura, pero en pleno siglo XXI y entrando en el 2018 la esclavitud moderna sigue practicándose en muchas partes del mundo y si a estas alturas estás pensando en que esto solo se puede ver en países de África entonces será mejor que abras tu mente porque la esclavitud y el matrimonio forzado es algo que puedes ver en lugares más modernos como EE UU.
Según el UNODC Global Report del año 2016 que fue realizado por las Naciones Unidas, las víctimas de la esclavitud moderna en el mundo son las mujeres y los niños en donde se estima que un 71% acaba en este tipo de redes ilegales. El informe también advierte que su destino queda sellado y solo tienen dos opciones: convertirse en esposas o acabar como esclavas sexuales.
Se estima que entre los años 2011 y 2020, unas 140 millones de menores de 18 años serán obligadas a contraer matrimonios concertados, es decir, unas 39.000 menores serán obligadas a casarse por día.
El matrimonio concertado o forzado es descrito como “una forma de esclavitud moderna” por las Naciones Unidas y eso nos hace preguntarnos, ¿cuánto vale una mujer en estos países donde aún las venden? Trendencias nos lo aclara:
1. China
Debido a la política de “un solo hijo” que China practicó durante años, la población se ha descompensado mucho en cuanto a la paridad de géneros. Según la Academia China de Ciencias Sociales, para el año 2020 habrán entre 30.000 o 40.000 hombres en China que no podrán encontrar una mujer dentro de su propio país. Esto lleva a que muchos se vean en la obligación de comprar una mujer para casarse, una práctica que el Gobierno chino ha intentado erradicar pero que se sigue llevando a cabo en las zonas más rurales de la nación. A parte, otro problema que está empezando a ganar popularidad es traer a mujeres de Laos, Vietnam y Corea del Norte para venderlas desde 2.600 euros a hombres que están dispuestos a convertirlas en sus esposas o esclavas sexuales.
2. Vietnam
Partiendo del punto anterior, tanto las autoridades chinas como las vietnamitas han estado luchando por años contra el tráfico humano que busca llevar mujeres y niños a China para su venta. Tan sólo entre el 2009 y el 2013 los agentes chinos rescataron a 1.800 mujeres vietnamitas y a 41 niños que estaban siendo llevados a China para su venta, que puede alcanzar los 120 millones dongs vietnamitas que se traducen en 4.774 euros.
3. India
En India el trato que se le da a la mujer puede ser bastante degradante ya que sigue siendo una sociedad patriarcal en donde los hombres tienen una mayor importancia. La compra de mujeres es conocida como paro o molki (la que tiene precio) y los precios oscilan entre las 5.000 y 30.000 rupias que se traducen en unos 73 y 551 euros.
La investigación Human Traffficking: Prices and Statistics of The Modern Day Slave Trade por la organización Havocscope expresa que en India las mujeres tienen un futuro bastante negro puesto que son secuestradas, vendidas, compradas y casadas sin su con sentimiento, además, no solo se convierten en esposas forzadas, sino que pasan a ser esclavas sexuales, criadas o jornaleras… lo peor del caso, es que si el hombre se cansa de ella, la mujer puede ser vendida de nuevo.
4. Camboya
Las mujeres de esta país también son destinadas hasta el mercado Chino, donde pueden alcanzar un precio de entre 3.600 y 6.700 euros, según un artículo de The Guardian donde un comerciante de tráfico humano fue capturado e interrogado. El destino de estas mujeres es el mencionado con anterioridad, es decir, se convierten en esclavas sexuales o esposas forzadas.
5. Sudán
Un estudio realizado por Unicef determinó que hasta el 17% de las mujeres de Sudán se casan antes de cumplir los 15 años. Su valor estará determinado por su belleza y fertilidad, llegando a costar unas 20 o 40 vacas, según puedo determinar un artículo de Los Angeles Times, pero si esas mujeres –y en algunos casos niñas- son consideradas increíblemente bellas y fértiles, podrían llegar a costar hasta 200 vacas.
6. Malasia
Se trata de otro país con grandes redes de tráfico humano en donde las mujeres son la mayor apuesta de los comerciantes. Ellas pueden alcanzar precios de 18.000 y 20.000 ringgit malasios, es decir, unos 4.800 y 5.400 euros.
7. Egipto
Nos encontramos con que en este país el matrimonio forzado está regulado, o bueno, al menos temporalmente. Resulta que en Egipto existe una ley llamada “matrimonio temporal”, que las familias más pobres aprovechan para casar a sus hijas con los extranjeros para beneficiarse económicamente de ello, este acuerdo dura hasta que los forasteros deciden regresar hasta su país de origen y pueden costar desde 1.600 euros.
8. Sur de África
En este punto a veces ni se negocia. Cada año miles de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes son secuestradas para violarlas y casarlas. Al abusar de ellas, los secuestradores practican la costumbre conocida como ukuthwala, que las convierte instantáneamente en sus prometidas. Las familias, por lo general, son cómplices de estos hechos y suelen recibir algún pago o bienes materiales.
9. Afganistán
En este país se paga un precio ridículo por una esposa. Un estudio realizado en 2016 por Afghanistan-analysis.org demostró que los precios oscilan entre 100.000 afganis –unos 1.212 euros– y 3.000.000 de afganis – casi 36.000 euros-.
10. EE UU
Recordemos que este país es de inmigrantes aunque Donald Trump se niegue a aceptarlo, por lo tanto, es todo un revoltijo de culturas y razas. Durante el año 2011, el Tahirih Justice Center realizó una investigación a nivel nacional que estudió los matrimonios forzados entre las comunidades de inmigrantes, donde el 41% de proveedores de servicios sociales estadounidenses reportaron unos 3.000 casos de matrimonio forzoso en un periodo de dos años. Este estudio es apenas una parte de las comunidades y ni siquiera arroja una cifra “universal” del problema en EE UU. Además, es complicado saber si realmente se establece un precio o es solo un matrimonio forzado por la presión religiosa o cultural de las comunidades de inmigrantes.