Miles de tunecinos se manifestaron hoy con motivo del 56 aniversario de la independencia del país en favor de un "estado civil y laico", mientras varios grupos de islamistas organizaron un acto multitudinario en favor de que la ley islámica se convierta en la base de la nueva constitución.
La avenida Habib Burguiba, la principal arteria del centro de la ciudad, se llenaron de ciudadanos con banderas nacionales y pancartas reivindicando un estado civil y laico.
La manifestación fue convocada por una decena de partidos opositores, sindicatos y asociaciones civiles con motivo de la celebración del aniversario de la independencia
Con ella pretendían, además, responder a una concentración organizada el pasado viernes por 122 asociaciones ultraortodoxas islámicas, que pidieron la aplicación de la "sharia" (ley islámica).
En la ciudad industrial de Sfax, segunda urbe del país, situada a 270 kilómetros al sur de la capital, varios miles de tunecinos se manifestaron también este martes a favor de un estado civil.
"Sí a un estado civil, no a la regresión" y "no a la sharia como principal fuente de la Constitución" fueron los lemas más coreados por los manifestantes.
En la ciudad turística de Susa, se repitió el mismo escenario, según explicaron a Efe testigos.
Paralelamente, varias asociaciones religiosas salafíes convocaron este martes un acto en un estadio de la capital para reivindicar "la adopción de la ley islámica como única fuente para la nueva Carta Magna", informó la agencia de noticias tunecina, TAP.
Uno de los participantes en la reunión, Adel al Alani, declaró que lucharían contra todo lo que se opone es a la ley islámica.
Con motivo del aniversario, el presidente interino tunecino, Moncef Marzuki apeló este martes "a todos los tunecinos a vivir juntos a pesar de las diferencias" y expresó su deseo de que este aniversario de la independencia sea un ocasión para repensar las relaciones y superar las diferencias.
"La unión nacional no puede durar si está construida sobre la incomprensión, el odio y la división", dijo en referencia a las últimas agresiones protagonizadas por radicales islámicos.
Marzuki advirtió que "Túnez pagará un alto precio de sangre y lágrimas si no se opone por la fuerza a los extremistas de todo horizonte".