Cuando pensamos en educación es imposible no retrotraernos a nuestra propia educación, a esos maestros y esos modelos que nos marcaron, pero ¿qué hay de la religión? ¿Pensamos cómo la educación religiosa o falta de ésta ha afectado nuestras vidas? Existen muchos países actualmente que tienen una religión oficial y obligan su adoctrinamiento en las escuelas, ¿qué sucede en tú país? En Colombia la educación es fuertemente religiosa, en cambio en Uruguay no sucede lo mismo.
En la actualidad la educación permite elegir entre la enseñanza pública y privada. Siendo en ambos países la educación pública la predominante. Mientras que en Bogotá, capital de Colombia, el 30% de la población asiste a educación privada; en Montevideo, capital de Uruguay, el 37,1% cursa la primaria en institutos privados (la mayoría de estos constan de educación religiosa en su currícula).
En Colombia, la antigua tendencia de la impartición del “saber” religioso comienza una vez que el Partido Conservador decide, de acuerdo a sus políticas, que el Estado y la Iglesia deben ir de la mano y ésta debe estar a cargo de la educación. Es recién a partir de la legislación de 1991 que se separó el Estado de la Iglesia, por lo cual la educación pública pasó a ser mayormente laica. Sin embargo, actualmente, algunos colegios del Estado son dirigidos por comunidades religiosas. A pesar de la disgregación de estos dos entes, el 80% de la población colombiana se considera a sí misma católica.
En contrapartida, en Uruguay desde que entró en vigencia la Ley de Educación Común en 1877 la educación debe ser: laica, gratuita y obligatoria en todo el país. El impulsor de dicha ley, José Pedro Varela, es considerado el fundador de la escuela pública. De acuerdo con él, y copiando el modelo educacional europeo vigente en la época, la educación e instrucción de los jóvenes debe estar a cargo del Estado. Antes de que existiera dicha ley, la educación primaria había estado restringida a una élite y estaba a cargo de la Iglesia.
En Colombia, cuando se trata de la educación privada la educación religiosa adquiere otra importancia, centrándose en el estudio de los libros sagrados, como la Biblia; y el adoctrinamiento del devoto. En tanto que en la educación pública se hace hincapié en: la libre creencia, la ética y los valores morales.
En Uruguay, dentro de la educación privada existen diferentes posibilidades. Las orientaciones, por lo general, se reducen a: evangélica, católica, adventista, judaísta, metodista o laica. La rama del cristianismo puede estar a cargo de distintos grupos religiosos como los Hermanos Maristas, el Opus Dei, los Franciscanos, entre otros. Los más conservadores y radicales mantienen la educación de los infantes separada por sexo. En cambio, la educación pública es mixta y promueve la enseñanza de valores y el respeto a las distintas creencias respetando su diversidad.