El conselleiro de Cultura gallego, Roberto Varela, ha anunciado hoy que la Xunta acometerá la limpieza de la fachada norte de la Catedral de Santiago, que da a la plaza de la Azabachería, con motivo de la visita del Papa Benedicto XVI prevista para el próximo 6 de noviembre.
Varela, que visitó el templo acompañado por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, y el deán José María Díaz, para inspeccionar los resultados de los trabajos de restauración en las bóvedas de la nave central y el transepto, apuntó que esta limpieza forma parte de una serie de trabajos previstos a corto plazo con una inversión superior a los 750.000 euros.
Además de la limpieza, las labores previstas incluyen otras pequeñas intervenciones en la fachada norte que se efectuarán tras la visita del Pontífice y que se espera estén concluidas antes de que finalice 2010.
El conselleiro indicó que también se llevará a cabo una segunda intervención mucho "más ambiciosa" en la Torre del reloj, que alcanzará los 600.000 euros y que incluirá también labores de limpieza.
Varela reiteró que las obras de restauración de la Catedral son una "prioridad" para la Xunta y por ello, la Consellería dedicará una parte muy importante de sus presupuestos para el próximo año, cuando se conmemorará el octavo centenario de su consagración.
El conselleiro restó importancia a la presencia de andamios en el templo ya que, según opinó, "hay que acostumbrarse a que en un bien cultural de esta envergadura siempre haya algún andamio o algún trabajo en funcionamiento".
"Siempre habrá andamios y eso es una buena señal porque quiere decir que se está trabajando", agregó.
Con respecto a la visita del Papa a Santiago, Varela destacó que la intención del Ejecutivo autonómico es "dar la mejor imagen posible de nuestro país y de Galicia", por lo que aseguró que se está "trabajando mucho para que todo salga muy bien".
Varela apuntó que el altar instalado en la plaza del Obradoiro donde el Papa oficiará la misa el próximo día 6 de noviembre está prácticamente acabado y detalló que esta infraestructura está preparada para soportar condiciones climatológicas adversas, en alusión a la probabilidad de que el tiempo no acompañe.