El arzobispo Enrique Benavent se desvincula de las polémicas terapias prohibidas mientras que el obispo José Ignacio Munilla las defiende, saltándose las instrucciones del Papa Francisco
La página web del Arzobispado de València ha ido borrando algunos de sus contenidos relacionados con el Centro de Orientación Familiar de la Diócesis (COF) ‘Mater Misericordiae’ de València, dirigido por el docente Federico M. V., al que varios exalumnos acusan de llevar a cabo terapias prohibidas de conversión sexual a personas LGTBI. Si el pasado 10 de julio, la web arzobispal borró los datos de contacto del COF, incluido el teléfono de Federico M. V., esta semana la reseña de una reunión celebrada el pasado 8 de febrero entre el director y representantes del ente y el arzobispo, Enrique Benavent, ha desaparecido. El enlace indica que la página ya “no existe”. “Es posible que se haya movido o eliminado por completo”, agrega el mensaje de la web oficial.
El Arzobispado de València ordenó una investigación interna sobre las denuncias de los exalumnos del colegio Madre Josefa Campos, centro concertado católico de Alaquàs (València). Además, la Fiscalía abrió diligencia de investigación el pasado 17 de julio, tras la denuncia de la Conselleria de Educación, dirigida por el popular José Antonio Rovira, a consecuencia de un informe de la inspección educativa.
El COF está dirigido por Federico M. V., quien reconoció ante un periodista de La Sexta que realizaba terapias de conversión sexual a personas LGTBI, prohibidas por la ley autonómica. La entidad cuenta como consejero con Juan Andrés Talens, reverendo director del Secretariado para la Defensa de la Vida del Arzobispado, que incluye a Hazte Oír.
Aunque se trata de una asociación pública de fieles con sus propios estatutos, la sede social de la entidad está registrada en un edificio de la calle de las Avellanas propiedad del Arzobispado de València, según denunció Compromís esta semana. La formación considera que existe una “trama” de terapias de conversión sexual a personas LGTBI que “ha torturado psicológicamente a decenas de personas por su orientación sexual, identidad o expresión de género”.
En la reseña de la reunión eliminada de la página web del Arzobispado de València se presentaba al COF como un “servicio especializado de atención integral a los problemas de las familias que contempla todas las dimensiones de la persona”.
Federico M. V., presidente durante casi dos décadas de la Asociación católica de Maestros de València, explicó a arzobispo Benavent la trayectoria de la entidad, creada en 2014 a modo de “hospital de campaña que acoge y acompaña los sufrimientos de muchas personas y les da una respuesta adecuada a nivel profesional pero también desde el magisterio y la maternidad de la Iglesia que sana los corazones y las heridas y ofrece la oportunidad de una vida nueva”. En la asociación pública de fieles habrían “sido ayudadas” 350 personas.
“Confidencialidad” y “gratuidad”
El COF, según dijo su director, mantiene dos pilares (la “confidencialidad” y la “gratuidad absolutas”) y está formado por un “equipo de 15 profesionales”, entre ellos “varios matrimonios que ofrecen su tiempo y trabajo de forma voluntaria”, además de orientadores familiares, psicólogos, pedagogos, trabajadores sociales, enfermeros, médicos y juristas. La entidad “atiende cerca de 40 nuevos casos al año, además de seguir con los de los años anteriores ya que muchas problemáticas tienen que ser acompañadas a lo largo del tiempo”, según indica la reseña de la reunión eliminada de la página web.
La asociación pública de fieles no hace en ningún caso referencia explícita a las terapias de conversión sexual, simplemente alude a su labor de “acoger, ayudar a discernir y acompañar a la personas o matrimonios que tienen o han tenido sufrimientos en las relaciones interpersonales o en su proceso de maduración”. Sin embargo, el Arzobispado de València se ha desvinculado de plano del COF desde que se destapó que su director ofrecía las terapias prohibidas por ley, con multas de hasta 160.000 euros.
El arzobispo Enrique Benavent sigue así los planteamientos del Papa Francisco, quien en una conversación informal en el marco de una reciente reunión con obispos españoles, de la que informó el diario La Razón, rechazó las terapias de conversión de personas LGTBI.
El Vaticano prohibe expresamente este tipo de terapias homófobas. En 2021, según la revista Vida Nueva, el cardenal prefecto italiano Beniamino Stella, entonces responsable del Dicasterio para el Clero, dijo por escrito a los obispos españoles que no debían secundar, participar o recomendar estas terapias.
Sin embargo, el obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, no ha ha seguido las instrucciones del pontífice. Munilla defendió recientemente las terapias prohibidas por ley y denunció el “liberticidio LGTBI” que, en su opinión, se esconde detrás de la investigación ordenada, tras varias denuncias, por la Consellería de Educación.
El obispo ultraconservador afirmó en su programa ‘Sexto Continente’ que “le consta” que Federico M. V. “ha hecho lo que tenía que hacer” y que “la acusación es falsa”.