El Arzobispado cancela las misas del domingo 7 de noviembre en Barcelona
La factura de la visita del Papa el próximo 7 de noviembre a Barcelona ha subido a 700.000 euros, de los 500.000 iniciales calculados por el Arzobispado. Esos son los gastos de organización que asume el Arzobispado de la ciudad. La factura ha subido porque se ha ampliado el perímetro de las calles que se cerrarán para la colocación de las sillas. Además de las ocho manzanas que rodean el templo, toda la avenida de Gaudí desde la Sagrada Familia hasta Sant Pau también se vallará. A ese perímetro solo accederán las personas que tengan invitación. En el exterior se colocarán 22 pantallas para seguir la ceremonia. En el interior serán 45. Además, las cuatro administraciones implicadas (Gobierno, Generalitat, Diputación de Barcelona y Ayuntamiento) se han comprometido a aportar, como máximo, 150.000 euros.
El Arzobispado de Barcelona está convencido del amplio seguimiento que tendrá la visita del Papa -están confirmados 270 autocares de Cataluña y resto de España- aunque no quieren dar cifras. La instrucción a las 210 parroquias de la ciudad de cancelar las misas ese domingo seguro que contribuirá a movilizar a miles de fieles. Preguntado por ello, el arzobispo Lluís Martínez Sistach afirmó que esa medida se ha tomado para facilitar la asistencia de los sacerdotes a la dedicación de la Sagrada Familia y a la colaboración de 300 de ellos para dar la comunión en el exterior del templo.
Sistach hizo un llamamiento a los seguidores del Papa a situarse a lo largo del recorrido ya que los alrededores de la Sagrada Familia estarán cerrados. Para el arzobispo, la visita del Papa es el acontecimiento mas importante de la ciudad desde los Juegos Olímpicos.
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