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«La vida de una chica raptada por Boko Haram es cocinar, limpiar armas, tener hijos y ser violada»

La periodista nigeriana Chika Oduah explica lo que cuentan las mujeres y niñas que logran escapar del grupo terrorista Boko Haram

«Hay mujeres que consiguen volver a las comunidades y que son rechazadas porque sus vecinos creen que han sido convencidas por el grupo», afirma

Las niñas secuestradas en Chibok continúan en paradero desconocido: «Los padres sienten que si hubiera 300 niñas de políticos secuestradas ya estarían en su casa, pero ellos son pobres«

«Dejo que las mujeres hablen», dice la periodista Chika Oduah, enfatizando el valor de un hecho que puede parecer trivial. Pero no lo es. Cuando entrevista a mujeres liberadas por Boko Haram, a niñas que se han quedado huérfanas después de que el grupo yihadista arrasase sus pueblos, y les pregunta, los hombres que las rodean suelen responder. «Gracias, señor, pero le estoy preguntando a ella». Así se ha acercado a las secuelas, al «impacto humano», que deja  Boko Haram en su feudo: el noroeste de Nigeria.»Si eres hombre y no te unes a ellos, te matan. A las mujeres las secuestran y se las llevan».

Chika Oduah llegó a Nigeria hace tres años, desde Estados Unidos, buscando sus raíces e impulsada por su vocación periodística. Nació en el país africano, pero con dos años emigró junto a su familia hacia América. Desde suelo nigeriano ha centrado sus trabajos como freelance en contar cómo ha afectado Boko Haram a la población del noreste del país, especialmente a las mujeres. Por ello, fue reconocida en 2014 con el Trust Women Journalist Award, otorgado por la Fundación Thomson Reuters y con el premio Africa Story Challenge en 2015.

«Con mi trabajo solo intento ayudar, que las mujeres sean escuchadas. Hay algunas que han logrado escapar, que han sido liberadas de los campos de Boko Haram, y necesitamos saber qué pasó», sostiene. Sus relatos no interesan a los medios nacionales, dice, «porque no venden, no dan beneficios», y se ha encontrado con una sociedad nigeriana que no conoce los efectos del grupo terrorista en su propio país. «Mis abuelos viven en el sur y no saben qué es Boko Haram», explica como ejemplo. Por eso vino a Madrid a dar una conferencia en el ciclo ‘Mujeres contra la impunidad’, que organizan La Casa Encendida y la Asociación de Mujeres de Guatemala (AMG),»para que se conozca la versión de las mujeres».

¿Qué situación ha encontrado en el noreste de Nigeria debido al grupo yihadista Boko Haram?

El noreste de Nigeria ya tenía muchos problemas en temas de desarrollo. El analfabetismo es muy elevado, la pobreza también, hay muy pocos hospitales y centros sanitarios… Boko Haram ha convertido una situación mala en otra incluso peor. Las mujeres han quedado muy afectadas: muchas niñas no pueden ir al colegio porque Boko Haram no quiere que vayan, así que muchos padres han sacado a sus hijas por miedo. Además, muchas mujeres se ven obligadas a buscar otras formas de ganar dinero porque se dedicaban tradicionalmente a la agricultura, pero ahora es muy peligroso. No saben cuándo vendrá Boko Haram al campo a atacarles.

También hay muchos peligros en los campos de refugiados de la zona, donde hay un millón y medio de desplazados por Boko Haram. Muchas mujeres son violadas y prefieren no ir y quedarse en sus casas.

¿Qué hace Boko Haram cuando llega a una comunidad?

Boko Haram llega a los pueblos y suelen matar a todos los hombres y niños que rechazan unirse a ellos. Si vas a algunos pueblos, puedes ver cuerpos por todas partes. Y suelen secuestrar a las mujeres, no las matan porque creen que es pecado, pero sí las raptan.

¿Hay cifras sobre cuántas mujeres y niñas han sido secuestradas por el grupo yihadista?

Se dice que unas 2.000 mujeres y niñas, según los datos de Amnistía Internacional.

¿Cómo viven las mujeres su liberación cuando consiguen escapar?

Hay dos reacciones. Por un lado, hay mujeres que quieren regresar con el grupo yihadista, que se enamoraron de sus maridos de Boko Haram. Cayeron en un desorden psicológico en el que te enamoras de tu captor, el conocido Síndrome de Estocolmo.

Por otro lado, hay chicas que están contentas de haber conseguido escapar de Boko Haram, generalmente tras ser liberadas por soldados nigerianos, pero que, cuando vuelven, sus pueblos y comunidades las rechazan. Esta es una situación de la que los medios no están informando.

¿Por qué las rechazan sus vecinos?

Son vistas como mujeres impuras, especialmente las embarazadas, porque creen que el bebé tiene la sangre de los integristas de Boko Haram, que cuando crezca será igual que ellos. Luego, creen que las mujeres han sido convencidas por la filosofía de Boko Haram. Esto es duro porque es verdad que Boko Haram está utilizando a las mujeres, por ejemplo para atentar. Ellas no tienen opción y a veces no sabes si fueron obligadas o si les convencieron: les dicen que van a ir al cielo y que van a dar dinero a sus padres.

¿Qué experiencias han vivido en los campamentos de Boko Haram?

Si intentan huir, las matan. Además, los campos de Boko Haram están rodeados de minas antipersona, así que si salen no saben por dónde huir.

En su estancia allí, lo que cuentan es que cocinan para los integrantes de Boko Haram y que hay mucha actividad sexual. Son violadas varias veces al día. A lo mejor una mujer puede ser violada en un mismo día por seis hombres diferentes. Esto es su vida básicamente: limpiar armas, cocinar, tener hijos y ser violadas. También tienen que leer y estudiar el corán. La mayoría de las cristianas han tenido que convertirse.

Imagen de las niñas secuestradas en el vídeo de Boko Haram al que ha tenido acceso AFP.

Imagen de las niñas secuestradas por Boko Haram en Chibok en el vídeo de Boko Haram al que ha tenido acceso AFP.

Cuando va a las comunidades afectadas por el grupo yihadista, ¿qué piensan sus habitantes sobre la reacción de la sociedad nigeriana ante Boko Haram?

Sienten que el mundo se han olvidado de ellos porque son pobres. Creen que si esto les pasara a los hijos de personas ricas, de políticos, no ocurriría. Que si hubiera 300 chicas ricas secuestradas, hijas de médicos o políticos, ya habrían sido encontradas. Pero ellos son personas pobres, sin voz.

Usted cubrió el secuestro de 276 niñas de la escuela de Chibok. Hubo mucha repercusión mediática internacional en ese momento, pero poco a poco el tema ha desaparecido de la agenda y las niñas nunca aparecieron. ¿Cómo ha vivido esta progresión?

La campaña de #Bringbackourgirls fue muy grande e hizo un gran trabajo de publicidad. Muchas personas en todo el mundo no habían oído hablar de Chibok, ni de Boko Haram, hasta Bring Back Our Girls. Ese era su trabajo y no tenía que continuar. Es responsabilidad del gobierno nigeriano encontrar a las niñas, no la de un usuario de Twitter en Nueva Zelanda.

Boko Haram ha secuestrado a 2.000 niñas y mujeres desde 2014, según AI

La campaña ‘Bring Back our Girls’ pidió la búsqueda de las 276 escolares secuestradas por Boko Haram en Chibok (Nigeria). EFE

¿Y cómo está siendo el trabajo del Gobierno nigeriano?

En diciembre el presidente de Nigeria confesó que no tenía ni idea de dónde estaban las niñas de Chibok. Lo dijo en la televisión nacional, que no sabían cuántas estaban aún vivas.

¿Cómo están ahora las familias, que imagino que sí fueron conscientes de ese interés cuando raptaron a sus hijas?

Están muy enfadados. Ellos fueron conscientes de la campaña de Bring Back Our Girls y pidieron ayuda al mundo entero para encontrar a sus hijas. En enero muchos de ellos fueron a la capital de Nigeria y marcharon pidiendo al presidente respuestas sobre el paradero de sus niñas. No se han rendido. Una mujer me dijo que ella sabía que su hija estaba viva, que podía sentirlo cada noche.

Es muy triste porque muchos nigerianos creen que es momento de olvidar a las niñas de Chibok. Creen que, ya está, las raptaron y hay que aceptar la realidad, seguir con sus vidas. La ministra nigeriana de Asuntos de la Mujer dijo a las familias: ‘Déjenlo en manos de dios’. No puedes decirle eso a alguien que cree, dentro de su corazón, que sus hijas siguen vivas.

Otras formas de violencia machista

Portada del libro 'Todos deberíamos ser feministas', de Chimamanda Ngozi Adichie.

Extracto de la portada del libro ‘Todos deberíamos ser feministas’, de Chimamanda Ngozi Adichie.

Ha venido a España a hablar también del tema de la trata de mujeres, que padecen muchas mujeres nigerianas.

Sí, creo que el tema de la trata se relaciona con el patriarcado: hombres controlando a mujeres. Tras ser captadas en Nigeria, estas mujeres van a Europa o América y allí también son explotadas por hombres.

¿Qué mujeres caen en las redes de trata en Nigeria?

La captación empieza en Nigeria. Un hombre o una mujer va a una familia pobre y le dice a los padres que puede proporcionar educación a sus hijas en Grecia, por ejemplo, o que su hija es muy guapa y podría tener una carrera como modelo. Las chicas viajan a estos países ya dentro de la red de trata.

¿Hay datos oficiales de cuántas mujeres caen en estas redes de trata? ¿Se hace algo para alertar a las familias?

No hay cifras oficiales y ese es uno de los problemas en el tema de la trata. Algunas familias están siendo alertadas, pero otras muchas no saben nada de ello. Las chicas que han sido explotadas sexualmente, aunque consigan salir de las redes, muchas veces no quieren volver porque se sienten avergonzadas y no le dicen a a sus familias lo que les ha ocurrido.

Ha mencionado el patriarcado. ¿Cómo es la situación de la violencia de género en Nigeria?

Hay consciencia sobre la violencia de género pero es un ‘sistema’ que la gente quiere mantener. Cree que es una cuestión cultural, que es un mandato de dios que el hombre tenga el poder en la casa. así que ¿por qué deben cuestionar la biblia o el corán?

Hay mucha violencia. Oímos historias de maridos que matan a sus esposas, que entierran vivas a sus mujeres, … pero nada cambia. No hay justicia para estas mujeres. La violencia contra las mujeres dentro de los hogares es muy común y los hombres la justifican porque están castigando a sus esposas por haber hecho algo mal. Y la gente piensa que sí, que ella ha debido de hacer algo mal. Tal vez la mujer echó demasiada sal en la comida o no tuvo la cena preparada a tiempo. Muchas personas piensan aún que las mujeres son como niños, que deben ser educadas.

Usted y la escritora Chimamanda Ngozi Adichie con su libro ‘Todo el mundo debería ser feminista’ representan una conciencia feminista en la sociedad nigeriana. ¿Cómo es de amplia?

Hay muchas mujeres feministas en Nigeria. Yo formo parte de un grupo, el ‘Círculo Feminista de Abuya’, y nos reunimos para hablar de feminismo. Aunque el feminismo es una palabra controvertida en Nigeria, porque las mujeres creen que quiere adoctrinarlas, que quiere cambiar su cultura desde Occidente. Algunas prefieren la palabra ‘womenist’ en lugar de feminista, como una forma de feminismo africano. Defienden un modo de seguir siendo africanas, pero también feministas.

¿Qué piensa sobre esta controversia?

Ellas tienen una larga tradición de mujeres fuertes en África. Desde los tiempos coloniales, las mujeres fueron parte del movimiento de liberación, de los movimientos que lucharon por la independencia. Pero muchas veces parece que estas mujeres pueden ser fuertes, pero tienen que contener su activismo en casa. Los hombres dicen «muy bien, pueden luchar por sus derechos, pero después tienen que tener la cena en su sitio a las cinco de la tarde». Muchos hombres admiran a las mujeres feministas, pero no quieren casarse con ellas.

Chika Oduah sigue hablando de feminismo, de los micromachismos cotidianos que combate con la misma sonrisa, casi perenne, que sostiene durante la entrevista. «Creo que a veces las feministas parece que están demasiado enfadadas, yo intento que el cambio social con una actitud más amable». Antes de despedirse recuerda a eldiario.es una fecha: «El 14 de abril se cumplen dos años del secuestro de las niñas de Chibok». ¿Irá a ver a las familias? «Sí, iré a Chibok».

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