Educatio Servanda anunció hace seis meses que se hacía con la titularidad de este centro en el Polígono toledano: fue el Ayuntamiento el que aprobó la cesión al tratarse de un edificio público, pero las cláusulas “no se están cumpliendo” por parte de fundación cedente, la polémica Cofradía del Ciento
La hostelería en Toledo es una de las puntas de lanza de su turismo y de su patrimonio. En la ciudad existen por ello varios centros formativos y módulos de Formación Profesional centrados en la gastronomía como salida laboral. Uno de los más antiguos y con una historia más peculiar es la Escuela Superior de Hostelería y Gastronomía, ubicada en un edificio público cedido por el Ayuntamiento, con el anterior Gobierno municipal del PSOE, en el barrio residencial del Polígono. La gestiona la Fundación Cofradía del Ciento, vinculada a la Asociación Provincial de Hostelería y con un polémico historial.
Ahora quiere hacerse con su gestión la Fundación Educatio Servanda, organización ultracatólica que también arrastra alguna que otra polémica en la gestión de colegios concertados en la Comunidad de Madrid.
Nació en 2006 a iniciativa de un grupo de familias cristianas procedentes de diferentes ámbitos sociales y “preocupadas por la deriva de la educación en España”. Su objetivo es trabajar conjuntamente para edificar un modelo educativo propio, “en comunión con sus obispos y con la ayuda de sacerdotes diocesanos”. Según publicita esta fundación, sus pilares son “familia, enseñanza, ocio, tiempo libre y presencia pública del católico”.
Además de centros de estudios superiores y de colegios concertados, Educatio Servanda también gestiona las denominadas ‘Escuelas Frasatti’, para monitores de tiempo libre, que llevan el nombre de un beatificado por Juan Pablo II.
Su llegada a la Escuela Superior de Gastronomía de Toledo se ha topado con varios obstáculos. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento, al tratarse de un edificio público y como entidad concesionaria, aprobó el pasado mes de febrero la cesión de la escuela a esta Fundación ultracatólica, pero, de momento, la organización cristiana no tiene su titularidad. Sigue en manos de la Cofradía del Ciento, quien la gestiona desde 1999, porque las “cláusulas” de ese acuerdo no se están cumpliendo.
El traslado y fusión del Centro de Estudios Superiores
El edificio ya ha sido renombrado como “Escuela Gastronómica y Centro de Estudios Superiores (CES) Juan Pablo II”. De hecho, este es el nombre con el que opera como Sociedad Limitada. Así figura en su web y en el mensaje de atención telefónica de su centralita. El nombre del famoso pontífice, de hecho, es el que Educatio Servanda le pone a casi todos los centros educativos que gestiona. En la sede física, no obstante, aparece su anterior denominación de “Escuela Superior”, mientras que el logo de Educatio Servanda está pegado en la puerta central.
En Toledo, esta fundación ya disponía de otra escuela de estudios superiores con esa misma denominación en el Casco Histórico, pero ahora estos estudios se han trasladado en su totalidad al edificio público del Polígono, junto con la escuela gastronómica. El objetivo era gestionarlos todos, pero todavía no ha sido posible por el incumplimiento del acuerdo.
Todo ello pese a que durante la presentación del renovado centro del Polígono toledano el pasado mes de junio, el presidente de la Fundación Educatio Servanda, Juan Carlos Corvera, ya hablaba de estos estudios de gastronomía como propios.
La fundación hizo la puesta de largo de esta adquisición junto al afamado chef Pepe Rodríguez como embajador. Lo presentaba con esa denominación -nuevo CES y Escuela Gastronómica de Toledo-, un proyecto educativo que, según afirmó, ofrecería cinco ciclos formativos de FP a partir del próximo curso académico, convirtiéndose en “un referente del sector de la hostelería”. En el acto de presentación también estuvieron presentes el ya entonces nuevo alcalde de Toledo, Carlos Velázquez (PP), y la vicealcaldesa, Inés Cañizares (Vox). Ambos manifestaron su respaldo a esta iniciativa educativa que calificaron como “ilusionante” para la provincia.
Corvera incluso anunciaba la ampliación de estudios más allá de la hostelería. Así figura también en el acuerdo con el Ayuntamiento. Pero en la Consejería de Educación de Castila-La Mancha no consta, según fuentes consultadas por elDiarioclm.es, ninguna solicitud para ello. Esto se debe a que ni el CES Juan Pablo II ni Educatio Servanda lo han solicitado porque no gestionan todavía el área gastronómica.
Los pormenores los explica la directora del CES, Amalia Almendro, miembro de Educatio Servanda, a este periódico. “Faltan por desarrollar las cláusulas del acuerdo”, afirma en relación al hecho de que la Cofradía del Ciento siga con la cesión de la Escuela Gastronómica.
La fundación católica, detalla la directora, sigue en régimen de alquiler porque las cláusulas del acuerdo con el Ayuntamiento “todavía no se han cumplido” por parte de la Cofradía del Ciento y “hasta que no se cumplan, no podemos proceder”. “No podemos seguir para adelante ni se puede traspasar esa titularidad (la gestión completa del centro)”, añade.
“Hay mucho que pulir ahí”, señala Amalia Almendro, si bien elude detallar cuáles son esas cláusulas incumplidas ni los plazos con los que cuenta Educatio Servanda para hacerse con la titularidad completa, al ser una cuestión “que se negocia a nivel de fundación”.
Pero la dirección de Educatio Servanda tampoco ha respondido a la petición por escrito realizada sobre las causas concretas que le impiden hacerse con la gestión completa del centro. Lo que sí destaca la directora es el objetivo de que esta histórica Escuela de Gastronomía pueda “tomar auge y volver funcionar en condiciones, porque ese es el bien que queremos para Toledo”.
El “mucho que pulir” que subraya la directora del CES se refiere a la controvertida historia del edificio y de sus gestores. La instalación se construyó como parte del Programa Urban de Fondos Europeos concedido para el barrio del Polígono de Toledo en 1999. Aunque su titularidad es municipal, el Ayuntamiento aprobó su concesión desde el principio a la Fundación Cofradía del Ciento, vinculada a la Asociación Provincial de Hostelería de Toledo. A cambio, esta organización la dotó de equipamiento. Se gastó 76 millones de las antiguas pesetas.
Los desencuentros entre los gestores de la Escuela
Después comenzaron los desencuentros. El más sonado se produjo en 2002 cuando la Asociación Provincial de Hostelería comunicó a la Fundación del Ciento su decisión de asumir en solitario la dirección de la Escuela Superior de Gastronomía debido a la confrontación de modelos (el público gratuito y el privado de pago) y a las deudas acumuladas. Pero la Cofradía afirmó que no abandonaría el proyecto y mantuvo su gestión, pidiendo el apoyo tanto del Gobierno de Castilla-La Mancha como del Ayuntamiento de Toledo.
La tensa relación entre ambos socios continuó y la deuda siguió subiendo, aunque el montante total no se hizo público hasta mucho después. Hace cuatro años el diario ABC informaba de que tanto el director entonces de la Escuela Superior de Gastronomía, Manuel Conde Perezagua, como el presidente de la Cofradía del Ciento, Carlos Viana, habían sido detenidos por un presunto fraude de cuatro millones de euros a la Seguridad Social, junto con el empresario Ildefonso Guzmán García del Pino.
Todos los mencionados negaron los hechos, pidieron rectificaciones a la prensa y ni el periódico ni la Policía volvieron a hacer público ningún detalle de este caso. La Cofradía del Ciento sí reconoció entonces que tenía una deuda “inaplazable antigua” con la Tesorería de la Seguridad Social de unos 80.000 euros, que esperaban saldar “próximamente”. Nada se ha sabido tampoco de este extremo.
Este año los gestores de la Escuela de Gastronomía han vuelto a ser noticia. El pasado mes de febrero, cuando todavía gobernaba el PSOE en Toledo, la Junta de Gobierno Local aprobaba la transmisión de la titularidad de la escuela a la Sociedad Limitada ‘CES Juan Pablo II’, tras la solicitud de la Fundación Cofradía del Ciento y de la propia mercantil.
Es en esa petición donde también solicitaba autorización previa para ampliar los fines de dicha concesión a otras enseñanzas de formación profesional distintas a las gastronómicas, en régimen de enseñanza privada o concertada.
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Toledo autorizó la hipoteca de la concesión, aclarando que se efectuaba “sobre la concesión y no sobre los bienes integrantes de la misma. que resultan de dominio público municipal”. El órgano de contratación dio finalmente el visto bueno a la cesión de la gestión a favor Educatio Servanda. También dio luz verde a la ampliación de estudios, con la condición de que “se deberá obtener la preceptiva autorización de la autoridad educativa competente”.
Este es el acuerdo cuyas cláusulas todavía no se han cumplido. Educatio Servanda sigue, por tanto, a la espera de desplegar un proyecto que daba por bueno hace seis meses, mientras que la Fundación Cofradía del Ciento mantiene la titularidad de la Escuela de Gastronomía tras años de polémicas. Nadie de esta última organización ha querido responder a este periódico sobre esas “cláusulas incumplidas”, sobre su supuesta deuda ni sobre los motivos por los que la cesión no se ha llevado a cabo.
Según informa el CES Juan Pablo II de Toledo, los ciclos que integran actualmente la Escuela Gastronómica son: Dirección de Cocina y Dirección de Servicios de Restauración (ambos de grado superior); Cocina y Gastronomía; Panadería, Repostería y Confitería, y por último Servicios de Restauración (de grado medio). Todos ellos, se suman a la propuesta académica del CES Juan Pablo II integrada por las siguientes “familias profesionales”: Actividades Físicas y Deportivas, Informática y Comunicaciones, Comercio y Marketing, Hostelería y Turismo, y Servicios Socioculturales y a la Comunidad.
En el acto oficial que Educatio Servanda montó en junio, el chef Pepe Rodríguez hablaba de “un bonito proyecto en el que debemos partir desde la humildad” pero llegando después a la “Champions”. “No obstante, para conseguirlo debemos ser conscientes de que no será fácil, y de que hay que ir poco a poco”, dijo el cocinero. De momento el proyecto, al menos tal y como se anunció, ni siquiera ha arrancado.