La obra ha sido cofinanciada entre el Obispado de León, la consejería de Fomento y la Diputación de León.
La iglesia de Villaminío cuenta con una cubierta nueva tras dos años de espera. Los trabajos han respetado en todo momento el artesonado central del presbiterio de la parroquia que data del siglo XVI, sin embargo se le ha dotado de una protección que llegó con el comienzo de la obra el pasado 22 de novimebre. El artesonado es de madera de Alerce, procedente del centro de Europa, que encuentra en la sala capitular del Parador de San Marcos a su hermano gemelo.
La restauración de la cubierta del tejado se ha llevado a cabo por su parte exterior, dotando al artesonado de la protección que tanto el párroco como los feligreses venían reclamando.
El presupuesto total de la obra ha superado los 36.000 euros, con los que se ha renovado la madera por su parte exterior, las tejas, así como todos los deterioros que presentaba la cubierta en su conjunto total. Para completar los trabajos se ha colocado doble techado a base de gruesas tablas, — de un grosor en torno a los 2,5 centímetros—, al tiempo que se ha colocado una chapa aislante. Además se han colocado tejas nuevas elaboradas a base de un barro cocido a mayor temperatura que permite un mayor aislamiento para las nevadas y una mayor conservación.
La obra ha sido cofinanciada entre el Obispado de León, la consejería de Fomento y la Diputación de León.
Estos trabajos, recientemente finalizados, se unen a la limpieza y a la restauración del retablo que se llevaron a cabo en el 2007. Jesús Calvo, párroco de la iglesia de Villamuñío, afirmó que «todas las obras que se han llevado a cabo en el templo hacen de él un lugar digno donde los amantes del arte pueden disfrutar del patrimonio en todo su explendor si se acercan a visitar esta iglesia».
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