La reina Sofía asiste en primera fila del sector reservado a delegaciones extranjeras a la canonización del arzobispo de San Salvador Óscar Arnulfo Romero, el papa Pablo VI y la española Nazaria Ignacia March que se celebra hoy en la plaza de San Pedro en el Vaticano.
La reina emérita encabeza la delegación española en la ceremonia, compuesta además por el ministro de Cultura y Deporte, José Guirao Cabrera; el embajador ante la Santa Sede, Gerardo Bugallo Ottone; la subsecretaria de Justicia, Cristina Latorre Sancho; y la Directora General de Cooperación Jurídica Internacional, Ana Ortega Torres, entre otros.
Doña Sofía ha elegido un traje de chaqueta blanco, color que se les permite sólo a las reinas católicas mientras que el protocolo vaticano exige el negro para las mujeres.
Como gesto a su posición, está sentada sola a un lado del altar y frente al lugar donde se han colocado las reliquias de los santos, mientras que detrás se ha situado a la delegación española.
En esta ocasión la reina Sofía no lleva mantilla como tampoco lo hizo en la canonización de la madre Teresa de Calcuta en septiembre de 2016.
Antes de la ceremonia, la reina Sofía, en representación de la delegación española, junto con algunas personas del resto de delegaciones de los varios países que asistieron a la ceremonia, pudieron saludar al papa Francisco en el interior de la basílica.
También en primera fila se han sentado el resto de representantes de las delegaciones, entre ellos, el presidente El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; el de Chile, Sebastián Piñera; el de Panamá, Juan Carlos Varela Rodríguez, y la vicepresidenta de Honduras, Olga Alvara.