La Policía de Manchester ha pedido perdón después de que uno de los agentes participantes en un simulacro antiterrorista en un centro comercial, que representaba a un supuesto islamista radical armado con una bomba, gritara la frase “Allahu Akbar” (Alá es grande).
Según informó The Guardian, un alto cargo policial reconoció que “el uso de esta frase fue inaceptable, pues vinculaba el ataque el Islam”
Este acto ha sido calificado de racista e irrespetuoso con la religión musulmana, mientras que la pacifista Erinma Bell ha asegurado que “hay que alejarse de los estereotipos” porque “cualquiera puede ser un terrorista”.
El ejercicio que los agentes realizaron este lunes, en el que participaron cerca de 800 voluntarios, buscaba recrear una circunstancia similar a los atentados que perpetró el Estado Islámico en París y Bruselas para poner a prueba la respuesta de los servicios de emergencia británicos.