El líder de la disidencia contra el papa Francisco, el cardenal guineano Robert Sarah, ha recibido un caluroso reconocimiento de sus aliados en el marco de las luchas vaticanas: el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, y los principales dirigentes de Vox. La Universidad Católica de Valencia, de la que Cañizares es gran canciller, ha investido como doctor honoris causa al cardenal Sarah en un acto al que no faltaron el líder valenciano de Vox, José María Llanos, y el portavoz de la formación ultra en el Ayuntamiento de Valencia. El discurso ultraconservador del cardenal originario de Guinea-Conakri ha engolosinado a los principales representantes ultraconservadores valencianos.
El Cardenal Cañizares se refirió a Sarah como un «humilde y sabio pastor», que conoce «la amargura de la persecución y del gozo del testimonio libre de la fe de la Iglesia en Jesús, su piedra angular, presidida por Pedro y sus sucesores, cuya palabra no está encadenada». El papa Francisco expulsó a Sarah de la curia vaticana en plena contraofensiva hacia la disidencia ultraconservadora, convirtiéndolo en un símbolo para la extrema derecha, desde Mateo Salvini en Italia hasta Donald Trump en Estados Unidos. «Debemos estar agradecidos al papa Francisco por haberle situado a la cabeza de la Congregación responsable de la liturgia de la Iglesia», dijo Cañizares en el típico tono de críptica diplomacia vaticana en referencia al batacazo asestado por el Santo Padre al homenajeado.
El arzobispo de Valencia también se refirió a la «extraordinaria lucidez» de Sarah para «elaborar un diagnóstico real del mundo moderno y de la Iglesia que, lejos de ser pesimista, lleva a un nuevo ardor apostólico, no se entretiene en ofrecer soluciones humanas». El cardenal, en plena sinergia con sus aliados valencianos, recordó que precisamente fue a Cañizares a quien sucedió como Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
El nuevo doctor honoris causa de la Universidad Católica de Valencia no sorprendió a nadie con un discurso centrado en la denuncia al derecho al aborto y, concretamente, a las medidas contra el hostigamiento a las mujeres que acuden a clínicas para la interrupción del embarazo. «Nadie se opondría a que a una mujer embarazada se le ofrezca ayuda material, pero si esa ayuda hace explícito el convencimiento de la dignidad inviolable de la vida que alberga en su seno, entonces ese acto de caridad se ve rechazado y perseguido por el mundo», denunció Sarah. «Y no faltan, incluso entre los que se dicen cristianos, quienes exigen que se renuncie a este tipo de acciones», deslizó en clave interna.
La eutanasia tampoco faltó a la cita. El rector de la Universidad Católica de Valencia, José Manuel Pagán, denunció el «imperio de la mayoría», que puede ser «manipulada y engañada» e incluso con el «respaldo de la mayoría» llegar a «cometer las mayores atrocidades». «Cuando la eutanasia avanza en España y Europa reconoce el derecho a matar, este acto quiere ser una llamada a que no nos preocupe ir contracorriente, que no nos pese ser minoría, como los primeros cristianos», aseguró Pagán.
Mientras, el nuncio apostólico en España, monseñor Bernardito Auza, máximo representante diplomático de la Santa Sede, afirmó con un deje de diplomacia vaticana que Srah ha recibido un «merecido reconocimiento». «Todo doctorando defiende su tesis», dijo el diplomático.
El acto contó con una amplia representación de los dirigentes valencianos de Vox. El portavoz de la formación ultra en el Ayuntamiento de Valencia, José Gosálbez, se refería a Sarah como «todo un referente de la Iglesia Católica». Gosálbez estuvo acompañado por el portavoz adjunto de Vox en las Corts Valencianes José María Llanos, la diputada autonómica Miriam Turiel y la diputada en el Congreso por Ávila Georgina Trias. «Un ejemplo de Fe, y con una pluma excepcional», dijo Llanos sobre el cardenal Robert Sarah.
El Opus Dei valenciano engulle a Aragón
El Opus Dei ha reorganizado parcialmente sus circunscripciones en España. En la reconfiguración decidida por monseñor Fernando Ocáriz, prelado en España del Opus Dei, la Obra en Valencia engulle a la de Zaragoza, conformando la nueva delegación de Aragón y Levante, con sede en la capital del Turia. Por otro lado, Barcelona gana aún más peso en la estructura del Opus Dei, incorporando a Torreciudad, el gran santuario situado en la comarca de Ribagorza del Alto Aragón en la provincia de Huesca.
El Opus Dei ha mantenido una intensa relación con Valencia. Camino, el libro escrito por el fundador José María Escrivá de Balaguer se editó por primera vez en septiembre de 1939, pocos meses después de la ocupación de la ciudad por las tropas franquistas, en Gráficas Turia (en el número 12 de la calle del Pintor Salvador Abril del barrio de Russafa). Algunos de los primeros miembro de la Obra fueron captados en el Colegio Mayor San Juan de Ribera de Burjassot. Además, el primer local alquilado que tuvo el Opus Dei estaba situado en un entresuelo del número 9 de la calle de Samaniego, que luego se trasladó al número 16 de la misma vía. Allí, a pocos metros de la Jefatura Superior de Policía, escenario de la terrible represión de posguerra, pernoctó Escrivá de Balaguer.