Nos toca crear un mundo donde no haya Creación: donde no haya discursos intocables, donde no haya hogueras
Son curiosas: significan tal y menos tal, aquello y su contrario. Un día, cuando sea mayor, voy a salir a llenar un zurrón de esas palabras que expresan dos sentidos bien opuestos. Pero por ahora me voy a conformar con la palabra creación, que lo hace muy bien: puede ser la acción de inventar algo, puede ser la de negarse a cualquier invención.
Si somos optimistas magníficos modernos, al toparnos con la palabra creación pensamos en una mente poderosa, un instinto muy libre, que hacen algo que antes no existía: la vacuna, las vacaciones pagadas, una bomba de hidrógeno, el soneto. La palabra empezó, como tantas, en el latín, donde creare significaba engendrar, producir, nombrar, y así se fue difundiendo en nuestras lenguas cooficiales.