A días de la votación por la legalización del aborto en el Congreso, la Universidad “renueva” su gobierno. Referentes del Opus Dei y del evangelismo presiden el rectorado. La izquierda propone la separación de la Iglesia y la Universidad.
El 7 de junio se realizará en la UNCuyo la segunda elección directa de autoridades. Se elegirán también los representantes de docentes, estudiantes, egresados, egresadas y personal de apoyo en el Consejo Superior y los Consejos Directivos.
Estas elecciones universitarias se dan en el marco del debate por la legalización del aborto en el Congreso Nacional que se votará el próximo 13 de junio. Las mujeres vienen protagonizando grandes movilizaciones y pañuelazos a lo largo y ancho del país para conquistar este derecho negado durante tantos años. En la UNCuyo las mujeres también han impuesto la agenda verde realizando pañuelazos (como en la FCPyS), organizando charlas y debates en muchas unidades académicas y hasta una cátedra libre sobre aborto a pesar de las trabas impuestas por el rector de la Facultad de Ciencias Médicas (FCM), quien manifestó para sitio Andino: «nosotros nos regimos por un estatuto universitario y juramos obedecer el estatuto. En el mismo no existe la «cátedra libre» en la Universidad Nacional de Cuyo».
El estudiantado, los y las docentes, egresados y egresadas y el personal de apoyo deberán votar quienes seguirán gobernando la universidad en el marco de la lucha por la conquista de este derecho fundamental. Las dos principales listas que se presentan son: Interclaustro, encabezada por Daniel Pizzi actual rector de la Universidad y pastor evangelista y Convocatoria Universitaria precedida por Adriana García, actual secretaria académica y referente del Opus Dei. Estos sectores de la Iglesia a los cuales pertenecen y representan, lejos de mantenerse al margen del debate, son lo que se oponen a que se discutan estos temas en las aulas y garantizan la injerencia de la Iglesia en los planes de estudio.
¿Cuál es la injerencia concreta de la Iglesia en la Universidad?
Las Autoridades de la Universidad Nacional de Cuyo crearon (mediante Ord. 74/02 CS.) en el año 2002, el Consejo Social (anteriormente denominado Consejo Asesor Permanente -CAP-). A este Consejo lo integran organizaciones del ámbito público y privado: representantes del Estado (Gobierno Provincial y organismos dependientes, Poder Legislativo, Poder Judicial, Municipios, organismos dependientes del Gobierno Nacional con asiento en Mendoza, consulados), partidos políticos, organismos sociales, culturales, religiosos, sindicales, profesionales, empresariales y medios de comunicación. Según la ordenanza 14/2013 este espacio institucional se encarga, entre otras cosas, de generar políticas públicas en torno al “trabajo”.
La Iglesia no solo está presente en la creación de políticas públicas en Consejos de la UnCuyo, también se puede ver en los espacios públicos. Cualquiera que haya transitado los pasillos o espacios abiertos se ha encontrado con múltiples símbolos religiosos en todas sus unidades académicas. Vírgenes y cruces abundan en la Universidad pública.
Pero incluso la injerencia llega a otros niveles. En la FCM, desde el Área de Histología y Embriología, se organizaron en 2015 unas Jornadas Interdisciplinarias sobre “la persona por nacer”. Las mismas fueron auspiciadas por el Hospital Universitario de la facultad y del Centro de Bioética, Persona y Familia.
Mientras las autoridades de esta unidad académica lanzan jornadas “pro vida” se les prohíbe a organizaciones feministas la realización de una cátedra libre sobre aborto. Según Mdz el Consejo de la Facultad ratificó la prohibición a la agrupación La Simona de la realización de la cátedra, alegando que se debían utilizar formatos como curso, jornada o docencia libre y que se requiere la presentación de los programas, contenidos y oradores al Departamento de Salud Pública, Gineco-Obstetricia y Pediatría de esa facultad para verificar que la actividad prevista esté dentro del marco de un “debate serio, con bases científicas y la expresión de diversas posiciones”. Requisitos que al parecer cumplieron ‘las jornadas interdisciplinarias sobre la persona por nacer”.
Estudiantes de medicina han denunciado que sólo reciben formación sobre Embriología por parte de docentes cuyo alineamiento ideológico se corresponde con el de distintos sectores religiosos. Como contó Matías Alvarado, estudiante de quinto año de medicina, “desde cátedras como la de gineco-obstetricia se niega el hecho de que haya habido complicaciones por abortos clandestinos durante el año 2017 o se nos forma principalmente en métodos naturales de anticoncepción que en contramano con respecto a la Ley de Educación Sexual Integral”.
Además, una vez terminada la carrera y para recibir su título, los y las estudiantes de medicina deben jurar que no “administrarán abortivo a mujer alguna”, ya que es una obligación presente en el juramento Hipocrático.
Medicina no es la única facultad que exige como requisito para otorgar el título hacer juramentos de este tipo. En la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) la ordenanza 21/66 del Consejo Superior, en su art. 28 (versión original), prevé solamente tres fórmulas de juramento: a) “por Dios, por la Patria y estos Santos Evangelios”, b) “por Dios, por la Patria y mi Honor” y c) “por la Patria y mi Honor”. Por este motivo Federico Mare, un egresado de la carrera de Historia, realizó una carta abierta al Consejo Superior pidiendo que se agregue una categoría nueva al momento de la jura. Federico solicitó en su carta, publicada el 6 de abril de este año, jurar solo por su honor y propuso modificar el artículo que estipula las fórmulas de juramento por considerar que la disposición “vulnera de modo flagrante el derecho de las minorías a la igualdad de trato, a la no discriminación”. Además, en su carta Mare aclara que dicho artículo fue una disposición hecha bajo la dictadura militar del Gral. Onganía. La ordenanza se aprobó en las jornadas del 29 de julio de 1966, pocas horas antes de la Noche de los Bastones Largos.
Hay ejemplos concretos de modificaciones efectuadas por el Consejo Superior a los juramentos: en el 2006, bajo recomendaciones de las autoridades de la FFyL se incorporó una cuarta opción de juramento, a saber: “por Dios, por la Patria, mi Honor y estos Santos Evangelios”. Claro, estas modificaciones no fueron en el sentido de “repensar la universidad pública, gratuita y laica” como dijo la Secretaria Académica de la UnCuyo en una entrevista radial para Unidiversidad a propósito del cumplimiento de los 100 años de la Reforma Universitaria.
Es de público conocimiento que a esta facultad recibe financiamiento de la Fundación IDEAS del Opus Dei.
Cayetano Ángel De Lella, Presidente de la Fundación IDEAS
A cambio, este sector de la Iglesia se cuela en los planes de estudio y en los discursos reaccionarios por parte de titulares de cátedra de la unidad académica.
En una entrevista realizada a la profesora Elena Calderón de Cuervo, responsable de la cátedra Literatura Hispanoamericana I en la FFyL, y publicada en la Revista Arbil n°74 explica su postura sobre la colonización. La profesora se define católica e hispanista en oposición a la “ofensiva indigenista y antirreligiosa” propiciada por la “cultura oficial”. Para la docente el genocidio llevado a cabo por la colonización fue una “respuesta de la inteligencia católica acorde con la tradición” que ella opina “viene de Dios”. Para ella el “id y evangelizad” es una “orden de Dios” y en el siglo XV fue una respuesta “con honor” por parte de los reyes españoles. La transmisión de este tipo de ideas es funcional a la explotación e invisibilización que sufren hasta el día de hoy las comunidades originarias.
A esto se suman documentos académicos de la misma Adriana García que justifican el accionar represivo de la última dictadura genocida. En su libro “La Historia Argentina Contemporánea” la candidata a rectora por la Lista Convocatoria define al terrorismo de Estado perpetrado por la última dictadura cívico-militar-eclesiástica como “derrota de la subversión marxista”. A su entender la desaparición forzada de 30.000 personas, la apropiación de más de 400 bebés y el plan sistemático para eliminar al sector más combativo de la sociedad fue resultado de “el amor a la patria por sobre la acción de fuerzas extremistas que solo aportaron destrucción nihilista”.
a separación de la Iglesia y la Universidad se vuelve imprescindible para garantizar el libre debate por la legalización del aborto y para garantizar una educación laica, de calidad y científica. Es el actual gobierno del rectorado que garantiza que esta institución ocupe un lugar primordial. Todos estos años mantuvieron intactos los íntimos lazos de la Universidad con la iglesia oscurantista y como referentes de los distintos sectores de la iglesia nada van a hacer. El Frente Desde Abajo (Lista 4) es el único que plantea la separación de la Iglesia de la Universidad y que no lleva en sus listas representantes de esta institución. Sobre esta temática se organizó una charla debate sobre “Laicismo, educación y género. Sobre la Separación de la Iglesia y la Universidad”.
El Frente Desde Abajo en estudiantes y egresadxs invitamos a la charla-debate sobre Laicismo, Educación y Género. Sobre la separación de la Iglesia del Estado y la Universidad .
Laicismo, la palabra incomoda. La omisión en el debate sobre este tema en la Universidad y en las propuestas es notoria. Incluso en campaña las otras agrupaciones al defender la Universidad pública y gratuita olvidan la palabra laica. En un contexto donde se está debatiendo el aborto, la educación sexual integral y la aplicación del protocolo de abortos no punibles en la provincia. ¿Qué significa esta omisión?. La separación de la iglesia de la universidad y la masividad del movimiento feminista obliga a tomar seriamente estas cuestiones. En este sentido, ¿Qué espacio va a dar la universidad para estos debates? ¿Cómo vamos a avanzar por cátedras que impulsen el conocimiento científico y tengan perspectiva de género?. Por eso lxs invitamos a participar de esta charla el próximo Lunes 4 de Junio a las 16 hs en la FFyL.
Este Frente de Izquierda es la única opción posible para que llegue al consejo una voz que ponga en el centro del debate esta demanda fundamental para las mujeres y para la educación pública.