Esto ya es delirante, medieval, torquemadista, el afiebramiento católico de la elite dueña de Chile llevado al paroxismo: el Ministerio de Educación de Sebastián Piñera, Chile, ministerio a cargo de Marcela Cubillos –formada en el colegio del Opus Dei, hija de un ex ministro de Pinochet- ordena incautar y eliminar cientos de miles de libros escolares por el solo hecho de contener dos poemas: uno del filósofo español Fernando Savater y otro del músico mártir de la dictadura de Pinochet, Víctor Jara.
La Sociedad de Derecho de las Letras (SADEL) expresó su rechazo y condena a la decisión de la actual ministra de educación Marcela Cubillos, quien, a través de su Subsecretaría, objetó un libro de material educativo para la Educación Ciudadana de tercero medio.
El libro fue desarrollado por Editorial Cal y Canto, y fue objetado por razones que se alejan de los requisitos solicitados en la licitación, proceso en el que editorial Cal y Canto se impuso por concurso público a otras tres alternativas.
Jorge Muñoz, Ediciones Cal y Canto, reconoce que días antes de la fecha de impresión, se le solicitó eliminar del contenido un trabajo didáctico que incluía una canción del cantautor nacional Víctor Jara, asesinado durante la dictadura de Augusto Pinochet. Además, se le solicitó censurar un poema de Fernando Savater.
«Esto no es solo cuestionable desde un punto de vista ético, sino además vulnera la necesaria diversidad en la creación nacional», señaló SADEL en un comunicado.
Días después, el ministerio anunció que encargarían, sin indicar licitación de por medio ni editorial a cargo, un nuevo libro de características similares, duplicando con ello el gasto de recursos del Estado por razones sin definir, aunque insistió en que no hubo censura.
«Como corporación de defensa del valor del trabajo de escritores y editores rechazamos esta actitud del ministerio que desconoce los resultados de una licitación pública, se aleja de sus funciones e incurre en prácticas condenables de censura por razones ideológicas. Hecho agravado por tratarse de un ministerio que tiene el mandato de educar a la población en el sentido más amplio y trascendente de la palabra», concluyó la SADEL.