La Liga está integrada por los sindicatos catalanes de UGT, CC.OO. y CGT, además de Ateos de Catalunya, la Federación de Movimientos de Renovación Pedagógica de Catalunya o la Asociación de Madres y Padres de Catalunya, entre otros.
Los laicistas reclamaron al Estado que "deje de contribuir a la perpetuación de un trato de favor que tiene origen en los pactos de la dictadura franquista" y que están en contradicción con "el principio de no confesionalidad consagrado" en la Constitución.
A pesar de que la Liga acepta que el nuevo modelo acordado supone "un pequeño paso para desvincular la financiación eclesiástica de los Presupuestos Generales del Estado", denuncia que "ninguna persona, bajo ningún concepto, debe verse obligada a declarar públicamente sobre sus creencias" en la documentación fiscal.
Por otro lado, a pesar de que con el nuevo acuerdo la Iglesia pasa a no estar exenta de pagar el IVA, la Liga asegura de que esta medida no impide que la institución siga "disfrutando de beneficios fiscales privilegiados".