Nuestro país fue fundado bajo el concepto de la libertad religiosa, y nuestros Padres Fundadores entendían que crear y mantener una sociedad libre requiere la protección de la expresión religiosa y de los derechos de las personas para ejercer sus creencias religiosas personales. Aunque las constituciones federal y estatal, así como las leyes federales y estatales, contienen numerosas disposiciones que protegen nuestra libertad religiosa, la libertad religiosa está siendo amenazada en Texas y a lo largo de nuestro gran país.
Un ejemplo es el caso de Mathews v. Kountze Independent School District (KISD). En 2012, KISD prohibió el uso de versos bíblicos y otras articulaciones de fe religiosa personal en los carteles creados por las porristas de la escuela secundaria local. Las porristas compraron los materiales para los carteles ellas mismas y decidieron por su propia cuenta incluir expresiones de fe en los carteles para animar a los jugadores y aficionados. Sin embargo, desafortunadamente después de recibir una queja del grupo Freedom From Religion Foundation, la mesa de directores de KISD rápidamente implementó una política prohibiendo mensajes religiosos en los carteles.
Las porristas presentaron una acción legal declarando que la política del Distrito infringía las disposiciones de la Ley Antidiscriminatoria de Puntos de Vista Religiosos de nuestro estado, de la cual yo fui el coescritor mientras servía en la Cámara de Representantes de Texas. La Ley requiere que los distritos escolares traten las expresiones religiosas voluntarias de los estudiantes igual como lo hacen con expresiones voluntarias con un punto de vista secular. Adicionalmente, la Ley dispone que un distrito “no puede discriminar contra los estudiantes en base a un punto de vista religioso expresado por un estudiante.”
Después de meses de litigación, KISD decidió cambiar su política en 2013. Según la nueva política de KISD, los carteles ya no eran considerados expresión libre de los estudiantes, tal como había sido el caso anteriormente, sino ahora eran considerados una expresión de la escuela. Como resultado, los carteles, según KISD, ya no eran un medio para que las porristas pudieran diseñar, construir y presentar mensajes a los jugadores y aficionados sino ahora eran solo una expresión del mensaje de la escuela.
Por décadas, las porristas de Kountze High School creaban carteles para aumentar el ánimo antes del juego, e históricamente el diseño y contenido de los carteles era exclusivamente a la discreción de las porristas. Sin embargo, según KISD y su nueva política, las porristas ya no controlan los mensajes en sus carteles. En cambio, según KISD, los carteles actualmente son expresiones de la escuela, y no expresiones de fe personal de las porristas, a pesar de que la escuela no tiene, ni ha tenido, participación en diseñar los carteles, ni en concebir el contenido de los mensajes que presentan o pagar por su construcción. La implementación de esta nueva política, si es aceptada, amenaza establecer un precedente bajo el cual las escuelas públicas y administradores individuales pudieran usurpar una amplia variedad de mensajes de los estudiantes para controlar su contenido y punto de vista.
En septiembre del año en curso, presentamos un escrito legal amicus ante la Corte Suprema de Texas en el caso Matthews v. Kountze Independent School District, apoyando los derechos constitucionales de los estudiantes de las escuelas públicas de Texas para que puedan expresar sus propios mensajes en las escuelas y eventos relacionados con las escuelas. Cuando nuestros derechos fundamentales son amenazados, tenemos una obligación a defenderlos. Es un honor para mí tener esta oportunidad de ponerme en pie junto con los estudiantes y padres de Kountze High School que están comprometidos a seguir adelante en esta importante lucha.