El proyecto formará parte del distrito capitalino y se suma a otras construcciones o salones de componente religioso
La superintendencia del Capitolio supervisa la construcción, a un costo de $189,630, de la denominada Plaza de los Creyentes, a ubicarse frente al Edificio Medical Arts, en el distrito capitolino.
Este es el proyecto más reciente dentro de una lista de iniciativas con un estrecho vínculo religioso impulsadas desde la Legislatura. En mayo del año pasado se inauguró la Sala de Meditación y en el cuatrienio del 2008 al 2012 se inauguró el salón José Joaquín “Yiye” Ávila, en honor al predicador.
El contrato fue otorgado tras un proceso de subasta el 14 de diciembre a la empresa Codom Construction, de Alfredo G. Hernández Acevedo, pero la obra comenzó ahora en enero con la colocación de tablones de madera que rodean el predio, que fue utilizado como estacionamiento provisional de los empleados de la Oficina de Servicios Legislativos.
En entrevista con El Nuevo Día, el superintendente del Capitolio, José Jerón Muñiz Lasalle, describió la propuesta plaza como un trabajo “sencillo, con banquitos”, pero en el contrato se consigna la construcción de una fuente y, a preguntas de este medio, reconoció que es instalará una estatua mediante un contrato por separado y cuyo costo no divulgó.
El funcionario dijo que espera que se termine la obra para la Semana Santa.
“Se tirará una propuesta para la estatua. Se dejará preparada la plataforma”, dijo. “Cuando digo que se llama la Plaza del Creyente, me refiero a que todos creemos en algo. Soy católico, pero otros creen en Buda, en Alá. Vamos a poner algo que sea simbólico, para meditación, unión, pero no va a ser una cruz. Será abierto a todo el mundo. Queremos que la gente reflexione”, dijo Muñiz Lasalle.
“No es algo cristiano, ni del apóstol. Es de valores y no me estoy enfocando en creer en una religión”, agregó.
Muñiz Lasalle recordó que la ley que crea el Distrito Capitolino establece que será la Oficina del Superintendente quien desarrollará el plan de conservación, restauración, mantenimiento y desarrollo de la zona. Sin embargo, reconoció también que la idea de la Plaza del Creyente germinó en el 2008, durante el primer cuatrienio de Thomas Rivera Schatz como presidente del Senado.
“Le estoy dando continuidad a lo que es el plan del Distrito Capitolino. Todo lo que se ha quedado en el tintero, se continúa”, dijo.
El pasado superintendente del Capitolio, Wilfredo Ramos, dijo en una entrevista en el 2017 que se contemplaba la construcción de la Plaza del Creyente desde el 2008.
Si bien el nombramiento del superintendente del Capitolio tiene que ser aprobado por los dos presidentes legislativos, según dispone la ley orgánica de la Superintendencia, por uso y costumbre responden a un solo presidente legislativo. En este cuatrienio el superintendente actual responde al presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz.
El Nuevo Día solicitó una reacción tanto a Rivera Schatz como al presidente cameral, Carlos “Johhnny” Méndez, pero no respondieron.
En el pasado, Rivera Schatz ha insistido en que la Superintendencia tiene autonomía fiscal y operacional.