La sociedad política óptima y sus prestaciones básicas son el objetivo a largo plazo de las minorías religiosas dentro de un Estado laico, donde la relevancia intercultural del principio de laicidad va ligada a la idea de ciudadanía plena. En este ámbito, las identidades colectivas son expresión de las identidades personales, y su participación se reclama como una prestación-deber configurando un marco idóneo para la materialización y la efectividad de los derechos humanos; cuyo proyecto inmediato es la educación ciudadana que garantiza una ética pública configurada por y para todos los ciudadanos y los grupos en que se integran.
Rezos, silbidos, crótalos, anillos · por Cristina Morano Carretero
Qué cerca tenemos a los portadores de la oscuridad y del miedo: nos ciñen sus cadenas y poco…