La Junta de Personal Docente no Universitario de Mallorca ha pedido por escrito al conseller de Educación, Universidad e Investigación, Martí March, que todas las religiones queden fuera del horario lectivo de los centros públicos, para conseguir «unas escuelas laicas» en Baleares.
La Junta acordó formular esta reivindicación en su último pleno, el pasado 5 de febrero, ante «la necesidad de ofrecer una enseñanza integral, plural, objetiva e integradora», ha informado este miércoles en un comunicado.
Consideran que se debe garantizar el «imprescindible carácter laico de la enseñanza» en la escuela como institución pública, y «dejar cualquier religión fuera del currículo del ámbito escolar».
Piden que se denuncien y deroguen los Acuerdos del Estado español con la Santa Sede, así como también los suscritos en el mismo sentido con otras confesiones religiosas, «que obligan al Gobierno y la Conselleria de Educación a actuar para llevar adelante el cumplimiento de estos mandatos».
La Junta de Personal Docente no Universitario de Mallorca considera que la enseñanza confesional de cualquier religión en las aulas «supone un doble perjuicio para el alumnado: por un lado, porque se separa por motivos ideológicos, desde edades muy tempranas, un hecho que supone la vulneración de diferentes Convenios de la infancia; y por otro, porque también puede suponer una segregación por motivos económicos y sociales y dar lugar a la creación de centros gueto».
La entidad advierte de que esa situación implica «la rotura de la cohesión social y de los beneficios que supone una distribución igualitaria del alumnado entre todos los centros».
Los delegados de la Junta de Personal Docente de Mallorca han realizado la petición a la Conselleria de Educación, Universidad e Investigación para que la reclame ante el Gobierno central.