El arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, recibió ayer por primera vez al delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Pablo Trillo-Figueroa, con la intención de tratar algunos de los problemas sociales en los que trabajarán de forma conjunta.
El delegado manifestó la importancia de la Iglesia en este tipo de obras y aseguró estar «a su disposición». Asimismo, Trillo-Figueroa aseguró que la llegada de los jóvenes a la provincia con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud «es un motivo de alegría», y afirmó que la visita del Papa «es algo muy positivo en un momento tan delicado de valores. Los mensajes que envie van a reconfortar esta situación de crisis».
Por su parte, el arzobispo se mostró muy ilusionado y explicó que está trabajando para ofrecerles una «hospitalidad humana y cristiana».