La Consejería de Cultura pretende cortar de raíz las humedades que atacan al patrimonio de Salamanca con una doble vertiente: restaurar las consecuencias provocadas por la meteorología sobre la piedra de Villamayor y actuar para que no se repita. En esta línea se enmarca la intervención que realizará sobre la iglesia de Las Úrsulas con una partida de 100.000 euros adjudicada en los presupuestos autonómicos con el objetivo de que las obras puedan iniciarse este año, según confirman fuentes de la administración territorial.
Para llevar a cabo esta actuación se ha realizado un estudio estructural del templo en el que se concluye que existen empujes sobre los muros de la iglesia y las pilastras de la sobrecubierta del ábside provocados por la cubierta de madera. Por ello, la intervención se centrará tanto en la nave como en la cubierta sobreelevada del ábside gótico tan característico del templo considerado Bien de Interés Cultural (BIC). El deterioro de la parte inferior de los contrafuertes, muy deteriorado con gran presencia de musgo y líquenes, también obligará a realizar una restauración para recuperar el estado original de los elementos.
La segunda de las actuaciones relacionada con la corrección de las humedades se realizará en la portada de la Capilla Venerable de la Orden Tercera Franciscana, también calificada de BIC, el último resto del convento de San Francisco El Real. El mal estado del acceso a la iglesia de los Capuchinos se ha acelerado durante los últimos años como consecuencia de las humedades y la repavimentación de la calle, según señalan los técnicos de Patrimonio. Al igual que en el caso de Las Úrsulas se encargó un estudio de diagnóstico y propuesta de intervención con el objetivo de centrar la restauración en los solados interior y exterior de la portada de la iglesia.