Aprenderán que la masturbación es un «vicio» o que la homosexualidad es una «disfunción»
El arzobispado de Valencia ha lanzado un programa educativo para educar en sexualidad a niños y adolescentes en las parroquias y los colegios religiosos de la Comunitat, en lo que reconocen es una reacción a la "visión reduccionista" de las las enseñanzas en esta materia en los centros públicos. Entre los contenidos del adoctrinamiento sexual religioso se podrá aprender que la masturbación es un "vicio", que "hay que esperar al matrimonio" para tener relaciones, que hay que rechazar los anticonceptivos o que la homosexualidad es una "disfunción". Al consejero de Educación de la Generalitat valenciana, el popular Alejandro Font de Mora, respalda la iniciativa porque "entra dentro de los esquemas del sistema educativo" de su comunidad. Sin embargo, muchos expertos alertan de que se ofrecerá "una visión sesgada y pervertida de qué es la sexualidad, condicionada por el enfoque religioso".
Los nueve obispos que integran la Provincia Eclesiástica Valentina (Comunidad Valenciana e Islas Baleares) anunciaron este miércoles que impartirán clases de educación sexual para niños y adolescentes en sus parroquias y colegios religiosos, como reacción a las "graves carencias formativas en la educación de la sexualidad en niños y jóvenes".
Clases prácticas y teóricas
Algunos detalles sobre ese programa de adoctrinamiento sexual religioso ya están empezando a trascender. El arzobispado de Valencia ha comprado para sus centros un programa llamado Saber Amar Básico Escolar (SABE) que consta de 18 sesiones de 90 minutos cada una (mitad prácticas, mitad teóricas) para alumnos entre los 5 y los 14 años, según ha informado el diario Levante.
Algunos puntos del programa
Obviamente, la moral conservadora de la jerarquía católica determina los contenidos que se impartirán a los niños. La coordinadora del programa educativo del arzobispado de Valencia, Concepción Medialdea, mantiene por ejemplo que la masturbación es un "vicio" o "defecto" que generar "adicción" y que "hay que evitar", o que la homosexualidad es una "disfunción". Junto a llamamientos a que "hay que esperar al matrimonio" para practicar sexo y que la finalidad de las relaciones es la “procreación”, figura el rechazo de los métodos anticonceptivos con mensajes como que ninguno “evita del todo la posibilidad de embarazo".
“Dentro de los esquemas del sistema valenciano”
Medialdea es la presidenta del Instituto Valenciano de Fertilidad, Sexualidad y Relaciones Familiares, una entidad privada de inspiración integrista y contrario al aborto. La iniciativa del arzobispado de Valencia cuenta con el beneplácito de la Generalitat, y es que como ha declarado el conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, los obispos "están haciendo lo que les corresponde". El conseller apunta que siempre esa enseñanza sea “libremente” elegida por los padres "entra dentro de los esquemas del sistema educativo" valenciano. "Se debe optar por la mayor pluralidad posible", asegura.
“Una visión sesgada y pervertida”
El diario levantino recoge sin embargo una visión menos complaciente con el programa de educación sexual de la Iglesia valenciana, la de Antonio Casabujón, presidente de la Asociación Española de Especialistas en Sexología. Este experto cree que se ofrecerá "una visión sesgada y pervertida de qué es la sexualidad, condicionada por el enfoque religioso" y advierte de que "la educación sexual es la asignatura pendiente del sistema educativo y sanitario español", ya que con ella se podrían “reducir los embarazos deseados, los contagios de sida, la violencia sexual e, incluso, la violencia doméstica".