El retablo barroco del año 1760 de la iglesia de Jaramillo de la Fuente luce como nuevo después de un proceso de restauración completo que se ha llevado a cabo durante cuatro meses en el Taller Diocesano de Restauración de la capital. La pieza, que se desmontó en octubre y que ya se encuentra en su lugar de origen, ha sido objeto de una actuación que supone un coste de 36.400 euros, de los cuáles, una fundación aporta el 50%, mientras que la otra mitad la pagará el Ayuntamiento serrano con el dinero recaudado dentro de la iniciativa ‘Tú eliges: tú decides’ de Banca Cívica, según explicó el alcalde, Simón Bernabé.
Tanto el retablo como las tallas que lo componen han pasado por un proceso que incluye la consolidación de la madera; la limpieza con disolventes; la consolidación de la policromía; una reconstrucción volumétrica, con la que se han recuperado partes perdidas, sobre todo en las molduras de madera; y una reintegración pictórica, dando unidad a todo el conjunto en cuanto al color, según señalan fuentes del propio taller de restauración. «El retablo estaba ya muy sucio debido al paso del tiempo, el humo de las velas y el polvo acumulado durante años, además, algunas piezas estaban comenzando a desencajarse, por lo que suponía un peligro para los que se situaban debajo de él. Se apreciaba también que alguna virgen había sufrido ya algún tipo de restauración, no profesional, y que presentaba capas de pintura, que ahora se han limpiado apareciendo las originales. El resultado es muy bonito», afirma.
El alcalde y los vecinos están muy satisfechos del estado actual que presenta su retablo, e incluso sorprendidos con algunas de sus partes. «Con la limpieza ha quedado natural, tal y cómo era en su origen. Ha llamado la atención el hecho de algunos elementos estábamos acostumbrados a verlos de un color y ahora están del original», explica Simón Bernabé.
La retirada de este retablo, que estaba situado en el ábside de la bella iglesia, ha permitido deleitarse durante su proceso de restauración de una vista de este espacio del templo que no se disfrutaba desde hace más de dos siglos, en concreto desde 1760, cuando se colocó el retablo barroco. De este manera, se apreciaba la perfecta forma del ábside y se podía ver una pequeña ventana, situada en el medio de este, que estaba tapada con el retablo y que muchos han descubierto ahora, aunque sí que se apreciaba por el exterior, donde exhibe unos bellos relieves en sus capiteles.
El retablo es de la segunda mitad del XVIII y presenta un estilo muy diferenciado del resto de la iglesia, que se acabó a finales del siglo XII y es uno de los exponentes más bellos del románico comarcal y BIC desde el año 1991.
Archivos de imagen relacionados