La institución pierde un 7,14% de los sacerdotes en una década
Entre 2007 y 2007, han caído un 58% los matrimonios católicos, un 34% los bautizos y un 10% las comuniones
El desarraigo religioso se dispara entre los jóvenes en paralelo al crecimiento de la financiación pública de los colegios de la Iglesia, que suman un millón y medio de alumnos
La Iglesia retrocede en el púlpito, pero avanza en las aulas. La sociedad española pierde espiritualidad, pero la educación religiosa gana peso. La imagen de la institución privada más influyente de la historia de España que proyectan sus propias memorias anuales es la de una organización languidenciente en el plano religioso, pero que amplía su fuerza en el campo educativo. Dos datos: por un lado, la Iglesia ha perdido entre 2007 y 2017 un total de 1.367 sacerdotes, lo que supone un 7,14%; por otro, los colegios católicos han ganado en el mismo periodo 219.855 alumnos, alcanzando ya casi el medio millón, un 17,21%. La secularización se produce en paralelo a un fortalecimiento de la posición educativa de la Iglesia católica, favorecida además por la actual legislación.
El desapego de la práctica religiosa es creciente. Es verdad que todavía un 68,7% de los españoles se definen como católicos, con datos del INE de 2018, pero son casi 10 puntos menos que diez años atrás. Además, de los que se declaran católicos, más de la mitad, un 56,2%, no van “nunca” a misa (sin contar bodas, bautizos y comuniones). Hay estudios que apuntan a una secularización aún mayor. Una encuesta de Win/Gallup en 2015 sobre casi 64.000 personas llegó a situar a España como el 16º país menos religioso del mundo, con sólo un 37% que se declara religioso. Tomando como referencia al CIS, la adscripción a las opciones de conciencia no religiosa –ateos, agnósticos, no creyentes– aumenta sin descanso: 8,5% en 1980, 9,8% en 1990, 13,2% en 2000 y 27% en 2018, su máximo histórico. En el caso de los jóvenes de 18 a 24 años, el porcentaje de no religiosos asciende al 48,9%, casi 30 puntos más que en los mayores de 65 años. El tiempo corre en contra de la Iglesia.
… … … …
Seguir leyendo en InfoLibre