Ante esta amenaza las autoridades judiciales se han visto obligadas a recordarles al los representantes del clero que Colombia es un Estado laico que se rige por la Carta Magna y no por principios religiosos.
Esta polémica se presenta luego de que el pasado miércoles cinco magistrados de la Corte Constitucional, tras año y medio de discusión de la demanda interpuesta por la abogada Mónica Roa para despenalizar está práctica, votaron a favor del fallo.
Con la decisión, ahora las colombianas podrán interrumpir el embarazo sin ser delincuentes, pero bajo tres circunstancias específicas: cuando hayan sido víctimas de una violación o inseminación artificial no consentida, cuando el feto tenga alguna malformación y le impida vivir fuera del útero o cuando corra peligro la vida de la madre.
Estas medidas son fuertemente criticadas por la iglesia, que considera que la vida humana no se debe interrumpir bajo ninguna circunstancia en ningún momento después de su concepción.
El magistrado ponente de la Ley, Jaime Araujo Rentería, asegura que para llegar a esta decisión actuaron apegados al derecho, sin tener en cuenta consideraciones morales o religiosas, reportó TeleSUR.
“La Corte constitucional respeta la concepción del mundo de la iglesia católica, sin embargo, no hay que olvidar que estamos en un Estado laico, que no puede moverse por convicciones religiosas y que un Tribunal Constitucional en un Estado de Derecho, en donde no se patrocinan religiones ni se atacan religiones, tiene que fallar con la Constitución y no con la religión”, explicó el jurista.
Ante la amenaza de los miembros de la iglesia, el especialista en derecho prefirió no emitir opinión por el momento hasta que se concrete la medida anunciada por los prelados.
No obstante, Araujo Rentería sí se pronunció sobre la polémica sentencia y recordó que ésta “existe y hay que cumplirla”.
Rentaría consideró que algunos jerarcas de la iglesia católica han asumido una actitud “equivocada” al proponer a los feligreses que desconozcan la sentencia, e insistió en que la Corte Constitucional tiene el deber de resguardar el derecho de todos los ciudadanos, indistintamente de las convicciones religiosas que tengan.
Por su parte, la primera autoridad eclesiástica de Colombia, el cardenal Pedro Ribiano, exhortó a los feligreses a no practicar el aborto, porque éste seguiría siendo un delito así se permita en casos exclusivos.
“Si hay una vida que empezó ya en el seno materno, violentar esa vida que es un don de Dios, no tiene justificación. Cuando se produce el aborto, hay una pena que es la excomunión, y en el canon 1.398 dice que quien procura el aborto, si este se produce, incurre en ex comunión de inmediato”, explicó el Cardenal Ribano.
Alrededor de 400 mil mujeres se realizan un aborto de manera clandestina anualmente, según un estudio realizado por la Universidad Externado de Colombia.
Un 56 por ciento de las mujeres que abortan están casadas y con varios hijos, mientras que el 44 por ciento restante son mujeres menores de 20 años.
El análisis también advierte que aunque es complejo hablar de cifras exacta, los índices arrojan que 140 mil mujeres pierden la vida por realizarse está práctica en clínicas u hospitales que no cumplen con las normas para garantizar la vida de la madre, clo que coloca al aborto como la segunda causa de muerte de las mujeres en esta nación suramericana.
