Europa Laica denuncia «un estado confesional encubierto»
La financiación a través de la equis de la declaración de la renta sólo cubre una mínima parte de los gastos de la Iglesia católica, concretamente 241 millones, mientras que el Estado les subvenciona con más de 6.000 millones de euros con las que el Episcopado sufraga sus diferentes actividades, desde los colegios religiosos a sus residencias. Así lo expone un informe de Europa Laica que desglosa las diferentes aportaciones estatales a la Conferencia Episcopal, denunciando así que “esta transferencia de fondos públicos” es la prueba de que “España es un estado confesional encubierto” y “la separación Iglesia-Estado todavía es una quimera”.
La asociación laicista explica que a pesar de la crisis la Iglesia católica española percibirá en 2009 “religiosa y puntualmente” su financiación por parte del Estado, que estiman en más de 6.000 millones de euros.
La educación se lleva la mayor parte
Esta cifra es el total de las diferentes partidas con las que el Gobierno financia diferentes actividades de la Iglesia. Así, los centros educativos privados-concertados que imparten su ideario católico reciben aproximadamente 3.800 millones de euros a través de los módulos económicos de los conciertos educativos en cada Comunidad Autónoma.
Universidades y sueldo de profesores
En la partida de Educación también hay que sumar las donaciones de dinero público a diferentes fundaciones universitarias de la Iglesia católica (Deusto, de los jesuitas; Navarra, del Opus Dei; CEU, de la Asociación de Propagandistas; pontificias de Comillas y Salamanca; diocesanas de Murcia y Ávila), así como a 15 Facultades eclesiásticas, 41 centros teológicos, 11 colegios universitarios, 55 escuelas universitarias y 72 institutos superiores. El Estado también costea directamente a las cerca de 30.000 personas que imparten religión católica en la enseñanza pública y privada-concertada, lo que superó los 550 millones de euros en el curso 2007-2008.
“Paraíso fiscal”
Asimismo, los privilegios de la Iglesia en cuanto a exenciones tributarias (como el IBI o las exenciones por obras) suponen que las diferentes administraciones del Estado dejen de percibir unos 900 millones de euros, por lo que Europa Laica considera que España representa un “paraíso fiscal” para la Iglesia Católica.
La X sólo representa 241 millones
A través de la X en la declaración de la renta, es decir, el trasvase del 0,7% del IRPF a la Iglesia –y el Estado se presta aquí a actuar gratuitamente de recaudador- los obispos obtuvieron 241 millones. Incluso si el contribuyente marca la casilla de “fines sociales” una buena parte, más de 100 millones de euros, va a parar a las organizaciones caritativas de la Iglesia.
Desgravación por donaciones
Además, las donaciones a la Iglesia Católica desgravan un 25% del IRPF (caso de personas físicas) y un 35% del Impuesto de sociedades (caso de personas jurídicas), y la Iglesia reconoce que los donativos de sus fieles superan en un 70% por esta vía lo que perciben a través del IRPF. Esto podría suponer cerca de 80 millones de euros que el Estado dejo de ingresar en 2008.
Por patrimonio y capellanes
Por último, la Iglesia recibe ayudas anuales para el sostenimiento, reforma y conservación de su ingente patrimonio artístico e inmobiliario (280 museos, 103 catedrales o colegiatas con cabildo y casi mil monasterios), aproximadamente unos 300 millones de euros, que les transfieren las diversas CCAA y la Administración Central, y también se les pagan los sueldos de los más de 500 capellanes hospitalarios a tiempo completo y casi 300 a tiempo parcial, de los más de 100 penitenciarios, y de los capellanes castrenses con graduación. Estos sueldos representan más de 3 millones de euros anualmente.
Proselitismo a cambio de destruir riqueza
Frente al argumento de los obispos de que en realidad ahorra al Estado por los servicios que presta, Europa Laica cree que se trata de una “opinión-trampa”, ya que a través de la denominada “obra social de la Iglesia” esta confesión hace proselitismo y política. Por el contrario, el Estado podría realizar esa tarea, directamente o con concesiones a entidades no religiosas, creando más riqueza social y más puestos de trabajo.
Otras aportaciones: procesiones, medios…
Existen más donaciones a la Iglesia, como las de muchos ayuntamientos a desfiles procesionales y sus cofradías, así como subvenciones estatales para el mantenimiento de sus medios de comunicación y editoriales o cesiones de suelo público para centros asociados a lo Iglesia, a veces con aportaciones también a la construcción de los equipamientos.
“Falta de transparencia”
La asociación laicista ha elaborado su informe a partir de datos de la Agencia Tributaria, el Ministerio de Asuntos Sociales, el Ministerio de Educación, las consejerías de las Comunidades Autónomas, sindicatos y patronales de la enseñanza, así como la propia Conferencia Episcopal y algunas de sus 60 diócesis, si bien advierte de que conocer los datos exactos es difícil ante “la falta de transparencia en las cuentas de la Iglesia católica y la opacidad de las Administraciones Públicas sobre dicha información”.