Dice que la «mayor aportación» para la conservación de su patrimonio «no proviene de las ayudas públicas sino de los católicos»
COMENTARIO: Típico ejemplo de "manipulación ionformativa" al dar cuenta de la reunión mantenida por la Comisión Junta-Obispos sobre Patrimonio. Mientras desde la Junta se dice que la iglesia abrirá los cuatro días al mes que establece la ley, aquí los obispos dicen que ya cumplen con creces lo exigido por la ley. Al final todos contentos, y todo igual. Se seguirán costeando con dinero público la restauración de patrimonio eclesiástico sin ninguna compensación para la ciudadanía que es la que pone el dinero.
El Obispo Delegado para el Patrimonio Cultural de la Asamblea de los Obispos de las Provincias Eclesiásticas de Granada y Sevilla y Obispo de Jaén, Ramón del Hoyo López, ha asegurado que la Iglesia "tiene plena conciencia de estar cumpliendo con creces lo exigido por la ley" sobre el acceso de los ciudadanos a los bienes culturales de la Iglesia Católica. Un cumplimiento, añade, que "no depende de la concesión de ayudas públicas".
Tras la reunión del Pleno de la Comisión Mixta Junta de Andalucía-Obispos de la Iglesia Católica de Andalucía para el Patrimonio Cultural celebrada este martes en Sevilla, Del Hoyo López ha expresado su "satisfacción" por la celebración de la misma.
En este sentido, recuerda que la Comisión no se reunía desde el 17 de mayo de 2006, y que había sido un "deseo reiteradamente manifestado" por los obispos de Andalucía, que, al verlo realizado, "se felicitan por ello y piden su continuidad en actitud de diálogo y colaboración para el bien del patrimonio cultural", afirma.
Asimismo, informa de que en dicha reunión se han tratado temas como el acceso de los ciudadanos a los bienes culturales de la Iglesia Católica; la realización del inventario de bienes muebles de especial relevancia; la creación de un grupo de trabajo sobre Archivos y Bibliotecas; la publicación en la página web del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico del inventario de bienes muebles de la Iglesia; el convenios marco y específicos, y funcionamiento de las Ponencias Técnicas. "Estos temas fueron propuestos tanto por la Consejería de Cultura como por la Iglesia Católica de Andalucía", añade el obispo de Jaén.
Así, asegura que la Iglesia "continuará abriendo sus templos", como lo viene haciendo hasta ahora, no solo para el uso prioritario que le es propio –educación en la fe, celebración del culto, oración y atención espiritual de sus fieles–, sino también para la visita de aquellas personas que desean conocer el patrimonio cultural cristiano. "Las iglesias se abren cada día y no están cerradas a la posibilidad de su visita pública y gratuita", manifiesta, toda vez que señala que se ofrecerá información de horarios en la entrada de los edificios y en sus páginas web.
Y, acalar, en los casos excepcionales en que se solicita una aportación económica a los visitantes en un horario determinado, ésta "se destina a la mejora de la gestión del patrimonio de la Iglesia y su conservación". "Téngase presente –continúa– que la mayor aportación para la conservación de dicho patrimonio no proviene de las ayudas públicas sino de los católicos y así se puede comprobar con cifras concretas".
Además, anuncia que la Iglesia proseguirá con la realización de actividades que permitan al ciudadano conocer mejor su patrimonio histórico y artístico –visitas guiadas, conciertos, exposiciones, publicaciones, rutas histórico-artísticas, creación de museos, etcétera–, así como facilitar la consulta en sus cerca de 3.000 archivos y bibliotecas, fomentar la investigación y colaborar con los proyectos culturales de instituciones públicas y privadas y de otras entidades. "Dedica a ello personas y medios, muchas veces por encima de sus posibilidades".
Por tanto, reitera, la Iglesia "tiene plena conciencia de estar cumpliendo con creces lo exigido por la ley, cumplimiento que no depende de la concesión de ayudas públicas".
"Nadie hay más interesado que la propia Iglesia en la apertura de sus templos, deber que ha de compaginar con la obligación de proteger y custodiar su patrimonio con sus cada vez más limitados recursos en el contexto de las actuales circunstancias económicas", apostilla, al tiempo que indica que, por ello, "continuará incrementando su esfuerzo para alcanzar progresivamente los niveles de excelencia que todos deseamos".
Finalmente, concluye que la Iglesia quiere agradecer a todo el pueblo cristiano el "esfuerzo que realiza constantemente para conservar, restaurar y mantener vivo el legado cultural que nos han transmitido los que nos precedieron en la fe, así como a otras personas e instituciones que nos ayudan en la medida de sus posibilidades".
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