El Papa llama por teléfono, el arzobispo pide perdón tirado en el suelo después de meses sin denunciar los hechos
Asistimos a una verdadera ceremonia de la confusión en la que la Iglesia Católica, desde el Papa Francisco al arzobispo de Granada, pretenden mostrar una imagen de firmeza ante los abusos denunciados en Granada, algo más cauta y teatral en el caso de Javier Martínez, el arzobispo que pide perdón tirado en el suelo después de una semana de silencio. Pero lo verdaderamente grave es la impunidad con la que este arzobispo está actuando ante la comisión de un delito. Un silencio complice ya que tras tener conocimiento de los hechos en el mes de agosto, actúa como juez y parte, abre una investigación interna y no pone los hechos en conocimiento de la Fiscalía, la única competente con el Juzgado, para la investigación de los delitos.
El papa tan bondados tampoco se libra de esta farsa, pues tras conocer los hechos y llamar a la víctima, cosa loable, no obliga al arzobispo a actuar ante la justicia y se limita a “Escribí al obispo para (decirle) que empezara el trabajo, hacer la investigación e ir adelante”. Esto es seguir pensando que la iglesia puede actuar como un Estado dentro de otros Estado, que la iglesia tiene su propio fuero, sus propios jueces,…
Repetimos, sólo hay una justicia para juzgar los delitos, es la justicia civil, y a ella debían haberse comunicado los hechos en el mismo momento de conocerse, tanto por el Papa como por el arzobispo. Por ello desde Granada Laica se ha reclamado la investiación del posible delito de encubrimiento por parte del arzobispo de Granada, con cuya actitud se han podido perder pruebas y entorpecer la investigación policial y judicial.
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Según informa El Plural (y otros muchos medios)
El papa, sobre los abusos en Granada: “La verdad es la verdad y no debemos esconderla”
El papa Francisco lejos de ocultar en su visita al Parlamento Europeo el caso de los presuntos abusos a menores de Granada, ha hablado sin tapujos ni recovecos y con mucha claridad y contundencia de este hecho. Francisco ha dicho que “la verdad es la verdad y no debemos esconderla”, en alusión a este delicado asunto para la Iglesia.
“Mañana ve a ver al obispo”
“La recibí, la leí, llamé a la persona y le dije: mañana ve a ver al obispo”, dijo el papa Bergoglio sobre la carta que le envió ese joven español y cuyo contenido fue difundido por algunos medios de comunicación. “Escribí al obispo para (decirle) que empezara el trabajo, hacer la investigación e ir adelante”, recordó el papa Francisco preguntado por el asunto durante el viaje en el avión que le devolvió a Roma tras la visita que hizo en Estrasburgo al Parlamento Europeo y al Consejo de Europa.
“Grandísimo dolor”
El pontífice argentino declaró que recibió la noticia “con gran dolor, con grandísimo dolor”, pero agregó: “la verdad es la verdad y no debemos esconderla”. Esta misma semana se conocieron declaraciones del joven de 24 años presunta víctima de esos abusos y que ha motivado una investigación judicial por la que han sido detenidos tres curas de la Archidiócesis de Granada y un seglar.
Denuncia preventiva
Ese joven aseguró a medios de comunicación que denunció los supuestos abusos sexuales que sufrió siendo menor para evitar que éstos se pudieran estar repitiendo con otras posibles víctimas.
Actuó libremente
A través de un escrito remitido por su abogado, el denunciante recordó que actuó “libre y voluntariamente” y siguiendo los dictados de su propia conciencia, como bautizado y miembro de la Iglesia Católica. “Por propia y exclusiva voluntad”, añadió, informó por escrito al Papa Francisco sobre los abusos.
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