El Gobierno catalán afirma que el redactado se encuentra en una «fase inicial» y todavía no es concluyente
La Generalitat estudia prohibir el burka y el niqab en las calles y edificios públicos, en el marco de una normativa de derechos y deberes más amplia que podría aprobarse a mediados de legislatura, según han confirmado fuentes del Gobierno catalán que han insistido en que el redactado se encuentra en una "fase inicial" y todavía no es concluyente. El director general de Asuntos Religiosos de la Generalitat, Xavier Puigdollers, ha señalado en declaraciones a RAC1 que la norma afectaría "a todo aquello que suponga una reunión o un encuentro con gente, ya sea en la calle o espacios públicos donde se da una concentración de gente, y a todo aquello que pueda suponer una incógnita sobre quién hay debajo" del velo.
Puigdollers ha señalado que "no se trata de un tema que afecte a la temática religiosa, el enfoque es un tema cultural y de tradición en algunos países; aquí, el uso no es una costumbre". "Por tanto, el enfoque debe ser el uso del espacio público y la seguridad", de forma que el velo integral quedará limitado al ámbito familiar.
Según Puigdollers, esta es la manera de garantizar la seguridad: "Aquí estamos acostumbrados a saber quién es la persona que tenemos delante". En cualquier caso, Puigdollers ha señalado que el Gobierno catalán no tiene prisa porque existen pocas mujeres que lleven este tipo de velos integrales en Cataluña.
Precisamente, en julio del año pasado el Senado aprobó una moción de CiU en la que instaba al Gobierno central a solicitar al Consejo de Estado un dictamen sobre la regulación del uso del velo integral (burka o niqab) en el marco del ordenamiento jurídico. Diversos Ayuntamientos catalanes se han manifestado a favor de la prohibición del velo integral en dependencias municipales o lugares públicos. El primer municipio en hacerlo fue Lleida, en mayo de 2010.