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La firme y tenaz revolución de las mujeres en Irán

Recientemente una estudiante iraní (cuyo nombre no ha sido desvelado) se quitó la ropa y se paseó por la Universidad de Teherán. Su acto era una protesta contra la obligación de que todas las mujeres iraníes están obligadas a llevar su cabello tapado con un velo. Una medida que refleja el grado de sometimiento que las autoridades de la República Islámica de Irán imponen a sus mujeres. Efectivamente, las leyes sobre uso obligatorio del velo se aplican a todas las mujeres, incluidas las niñas desde los siete años. Las que no lo hacen son consideradas delincuentes por el Estado.

Cuarenta millones de mujeres (incluidas las niñas) son vigiladas por la llamada policía de la moral, que tiene la potestad de parar a cualquier mujer, analizar cómo va vestida, si su atuendo se ajusta o no las normas impuestas por los gobernantes o si algún mechón de su cabello queda al descubierto. Los castigos pueden ir desde multas hasta años de prisión. A partir de la muerte de Jina Mahsa Amini en 2022 cuando estaba detenida por llevar el hiyab puesto “de forma inapropiada”, según la policía de la moral, se produjo en Irán un gran movimiento de protestas al que la policía respondió con detenciones, torturas, muertes…, creándose una situación tan grave que el Consejo de Derechos Humanos de la Asamblea General de Naciones Unidas realizó una investigación a fondo desde el 26 de febrero hasta el 5 de abril de 2024, que dio como resultado el Informe de la Misión Internacional Independiente de Investigación sobre la República Islámica del Irán.

Todo ello no ha hecho más que avivar las movilizaciones populares, encabezadas por las mujeres iraníes, en apoyo al Movimiento, Mujer, Vida, Libertad.

Cuando faltan pocos días para el 10 de diciembre, fecha en que se celebra el Día Universal de los Derechos Humanos en el mundo, Espacio Público tenemos la oportunidad de hablar con Fariba Ehsan, actual presidenta de la Asociación Iraní Pro Derechos Humanos en España.

Fariba lleva desde 1995 residiendo en Madrid. Durante 17 años colaboró como voluntaria con la ONG Solidarios para el Desarrollo. Desde 2009 colabora con Amnistía Internacional en el equipo de discriminación e inmigrantes en España y desarrolla un trabajo especialmente relacionado con la libertad e igualdad de las mujeres en Irán.

En primer lugar, le damos las gracias por esta conversación. Usted vive en España desde 1995. ¿Qué le motivó a venir a nuestro país y a salir de Irán?

Soy Fariba Ehsan nací en el sur de Irán. Con la guerra de Irán e Iraq mi familia y yo nos mudamos a Shiraz. Después de terminar mis estudios me casé y durante mi matrimonio recibí maltrato de parte de mi marido en aquel entonces.

Con el apoyo de mi familia me divorcié. En Irán las mujeres no tienen derecho a pedir el divorcio, por eso el proceso de mi divorcio fue duro y largo.

Hace treinta años la vida de una joven de 26 años en una sociedad con leyes machistas y discriminatorias era muy complicada. En la república Islámica todas las leyes están a favor de los varones y son discriminatorias. El proceso del divorcio es muy diferente al de una sociedad democrática, no hay un profesional jurídico en los tribunales, sino un clérigo (Molla) que escucha y juzga tu vida. Es decir, un varón, clérigo musulmán que cree en las leyes de sharia (en un país donde las leyes son discriminatorias) decide sobre tu matrimonio. Te quitan la custodia de tus hijos. Sin el  apoyo de la familia es muy difícil ser una mujer divorciada en la República Islámica de Irán.

Yo tenía la suerte de tener el apoyo de mi familia. Mi hermana mayor vivía en España con toda su familia y me ofrecieron salir de Irán.

Por eso vine a España, aquí, intenté integrarme en la sociedad. Decidí luchar y ser la voz de las mujeres en Irán y las mujeres de otros países donde no se respetan los derechos humanos.

Casos como los de la abogada Nasrin Sotoudeh o el de la premio nobel de la paz Narges Mohammadi son muy significativos de la represión que sufren hoy las mujeres iraníes en su país. ¿Puede hablarnos de ellas?

  • Nasrin Sotudeh, la abogada y activista iraní pro derechos humanos, condenada a 38 años de prisión y 148 latigazos. Solo por defender los derechos humanos y defender a los presos políticos y sociales, en los cárceles de Irán.
  • Narges Mohamadi. Premio Nobel de la Paz, activista de derechos humanos y periodista, condenada actualmente cumple una condena de 12 años, 11 meses de presión y 154 latigazos. También solo por defender los derechos humano en la república islámica.

¿Qué han hecho para merecer este trato? Pedir justicia, reclamar verdad, acompañar a los familiares de las víctimas, de la violencia policial, exigir el fin de la pena de muerte. En definitiva, defender los derechos humanos. Algo que han seguido haciendo desde la celda, denunciando también la violencia sexual bajo custodia sufrida por las manifestantes.

Narges es madre de dos hijos que lleva 10 años sin verlos y más de 2 años sin hablar con ellos. Actualmente ellos junto con su padre viven en París.

Narges ha elegido un camino muy duro pero muy firme y sabe que desde dentro de Irán puede luchar mejor y eficaz, ella mucha veces ha pedido perdón a sus hijos por estar lejos de ellos, pero está comprometida para promover los derechos humanos y la libertad para todos”.

Narges en su libro “Tortura blanca” entrevista a mujeres iraníes encarceladas, al final de su carta de agradecimiento al comité Noruega del Nobel dice:

“Agradezco por último, a todos aquellos que me han felicitado por este premio. Les pido que respalden al pueblo de Irán hasta nuestra victoria final”.

Nuestra victoria no será fácil pero está garantizada.

Aquí mismo quería hacer una llamamiento a la vida de Narges, que está en peligro, las autoridades de Irán durante meses han negado el traslado de ella al hospital. Después de muchas luchas han accedido trasladarla a un hospital, para ser operada. Pero ahora le acaban de trasladar otra vez a la cárcel justo después de tener una operación complicada.

Les pido firmar la petición de Amnistía Internacional para liberar a Narges.

Tengo que recordar a otras mujeres activistas que quizás no son tan populares como las dos anteriores mencionadas pero están en las cárceles de Irán:

Defensoras de Derechos Humanos:

  • Hengameh Shahidi, periodista y activista de los defensores de Derechos Humanos.
  • Yekta Fahandezh Sadi, ciudadana Bahai residente en Shiraz.
  • Hoda Amid, abogada y activista por los derechos de la mujer.
  • Najmeh Vahedi, estudiante universitaria de sociología.
  • Payam derafshan y Farokh Forozan, ambas abogadas.
  • Fatemeh Daemi Khoshknodhani, conocida como Atena Daemi, activista civil por los Derechos de los menores y por los derechos humanos.
  • Meymanat Hoseini Chavoshi, profesora de antropología en la universidad de Melbourne y ciudadana de doble nacionalidad.
  • Nazanin Zaghari, de doble nacionalidad y empleada de la Fundación Benéfica de Tamson Roiters en Londres.
  • Golrokh Ebrahimi Irai, activista civil y escritora.
  • Asal Mphamadi, activista obrera.
  • Leyla Hatami, miembro de los activistas por los derechos de los menores de Zahedan.
  • Sepideh Moradi y Elham Amadi, derviches de Gonabaad.
  • Fatemeh Sepehri.
  • Sepideh Golyan.

… La lista es muy larga

Desde abril de este año las autoridades iraníes han puesto en marcha la campaña “Plan Noor” (Plan Luz) que aumenta la vigilancia y la represión policial. Nos gustaría que nos informara de ella.

La constitución de la República Islámica se escribió sobre la base de la discriminación en varios aspectos políticos y sociales. Pero la más destacada y vergonzoso de ellas es la discriminación de género.

Desde el inicio de la república islámica se crearon los comités para vigilar a las mujeres y jóvenes. Un coche con la Policía de la moral patrullando, en las calles, en los colegios y universidades, en las tiendas, en las fiestas  privadas… En todas partes. Como no conseguían sus objetivos cambiaban el nombre de las policías.

Desde abril de este año aumentó su represión de una manera bestial contra las mujeres que no llevaban puesto el velo islámico. El Plan Luz, (en persa Noor) la idea es llevar una iluminación hacia quien no lleva el hiyab bien puesto. El castigo por dejarse ver sin velo en público puede ser de detención, pena de prisión, multa o latigazos, quitar su tarjeta de entidad por un tiempo…

Como con el plan Noor no han podido hacer nada, ahora han creado otro tratamiento “científico y psicológico” a las mujeres que se resistan a llevar hiyab. Con el nombre ‘clínicas para el tratamiento de retirada de hiyab’. Estos centros ofrecerán “tratamiento científico y psicológico para quienes retiren el hiyab, de manera específica para las adolescentes y jóvenes adultas, así como para las mujeres que se encuentren en la búsqueda de su identidad social e islámica”.

¿Hay en este momento personas en peligro de ser ejecutadas por haber sido castigadas con la pena de muerte?

El régimen de los ayatolas en Irán desde el momento que llegaron al poder utilizaron la pena de muerte como una herramienta para defender su idolología y poder.

La ejecución de quien piensa diferente que las autoridades en Irán después de la revolución de 1979 fue una ola generalizada de diversos cargos y pretextos, principalmente por decisión del Tribunal Revolucionario Islámico de Irán. Estos tribunales fueron establecidos por orden de Seyyed Ruhollah Khomeini.

Según informe de la Amnistía Internacional en 2023 en Irán ejecutaron 853 personas, casi 3 personas cada día.

No hay días que anuncien nombre de lista de personas que están condenados a la pena máximo, pena de muerte.

En estos momentos hay más de 48 persona esperando  para ser ejecutados. Hay 2 mujeres Kurdas, Bakhshan Azizi y Vershia Moradi. Y 6 chicos en Teherán; Milad ArmonNavid BojaranAlireza KafaiiAmir Mohammad GhadaranHosein Ne’matiAlireza Barmak Juban todos están gravemente en peligro.

Además de la prohibición de mostrar los cabellos en público, ¿qué otras circunstancias condicionan la vida de las mujeres en irán, su rutina diaria: viajar, estudiar, trabajar, conducir, casarse…? ¿Pueden divorciarse o abortar las mujeres en Irán?

La República Islámica de Irán es un régimen discriminatorio especialmente con las mujeres y con los que piensan diferente a ellos. Estas discriminaciones y violencias en diversos ámbitos sociales, familiares, comunitarios y legales ponen a las mujeres en situaciones muy difíciles.

Según las leyes del régimen de Irán, la mujer está al servicio del hombre dentro de la casa, la mujer no tiene derecho a pedir el divorcio, el testimonio de dos mujeres es igual que un hombre.

En una herencia el derecho de la mujer es la mitad que de un hombre.

A pesar de que el 60% de los universitarios son mujeres, solo el 13 % de ellas entran en el mercado laboral, SI SUS MARIDOS LES DAN PERMISO.

Hay más de 60 carreras universitarias que las mujeres no puede estudiar.

No pueden trabajar como juezas.

La mujer no puede viajar, trabajar sin el permiso de un varón de su familia o de su marido si está casada. No puede bailar y cantar en público.

La custodia de los hijos en un divorcio es del padre.

A pesar de todas esta normas, o posiblemente por tener que enfrentarse a ellas, son las mujeres las que están liderando los cambios en Irán. ¿Cómo ve el futuro?

El 8 de marzo de ese mismo año, al inicio de la República Islámica, las mujeres salieron a las calles para protestar contra las nuevas condiciones y la restricción de sus derechos. Estas protestas y luchas continúan hasta hoy, aunque en otras dimensiones y con un nuevo equilibrio.

No fue por casualidad que el movimiento que comenzó con el asesinato de Jina Amini hace dos años, que sacudió los cimientos del régimen, tuviera a las mujeres al frente de sus filas. El asesinato de Mahsa Jina Amini fue como una gota de agua que cayó en una vaso lleno, todo el mundo se unió, mujeres, hombres, jóvenes, mayores, niños. Unidos salieron y dijeron NO A LA REPÚBLICA ISLÁMICA DE IRÁN, y MUJER VIDA LIBERTAD.

Hemos podido llevar nuestra voz y petición a todas partes del mundo. Diciendo que este régimen NO REPRESENTA A IRÁN.

Como decía Narges “Nuestra victoria no será fácil pero está garantizada”.

¿Cree que su Revolución puede ayudar a las mujeres de otros países vecinos que también sufren una situación similar, por ejemplo en Afganistán o Arabia Saudí?

Nuestra lucha tiene un eslogan Mujer, Vida, Libertad, tres palabras que están encadenadas. Si las mujeres no tienen derechos y ni les respetan en ámbitos sociales, familiares, comunitarios y legales, nunca habrá Vida, y la vida es libertad.

Tengo que recordar que la Declaración Universal de los Derechos Humanos es la máxima expresión de la civilización humana, un acuerdo logrado por toda la humanidad amante de la paz después de la Segunda Guerra Mundial para su adopción.

La lucha por la igualdad, respetar los derechos de la mujer. El movimiento MUJER, VIDA, LIBERTAD no tiene frontera y idolología, seguramente esta lucha llegará a las mujeres afgana y de otros partes del mundo.

Unámonos para crear las condiciones necesarias para su implementación en todo el mundo.

Por último, ¿qué mensaje quiere hacernos llegar a las mujeres que vivimos en España?

Les recomiendo que lean el libro “Tortura blanca» escrito por Narges Mohamadi. Son entrevistas con mujeres iraníes para tener una visión más clara sobre la situación de las mujeres en la república Islámico de Irán.

Me dirijo hacia las mujeres, a los hombres en España para que apoyen a nuestra lucha para defender los derechos humanos en Irán, Afganistán, donde sea. Unámonos por un mundo mejor con la paz. Mujer, Vida, Libertad. 

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