Asóciate
Participa

¿Quieres participar?

Estas son algunas maneras para colaborar con el movimiento laicista:

  1. Difundiendo nuestras campañas.
  2. Asociándote a Europa Laica.
  3. Compartiendo contenido relevante.
  4. Formando parte de la red de observadores.
  5. Colaborando económicamente.

La fe del carbonero · por Josep Maria Fonalleras

Descargo de responsabilidad

Esta publicación expresa la posición de su autor o del medio del que la recolectamos, sin que suponga que el Observatorio del Laicismo o Europa Laica compartan lo expresado en la misma. Europa Laica expresa sus posiciones a través de sus:

El Observatorio recoge toda la documentación que detecta relacionada con el laicismo, independientemente de la posición o puntos de vista que refleje. Es parte de nuestra labor observar todos los debates y lo que se defiende por las diferentes partes que intervengan en los mismos.

La fe popular, la que no entiende de teologías, confía en las oraciones para que llueva

Al creer de verdad, se convierte en un rito de raíces atávicas que debe tener contrapartidas. Es, en cierto modo, lo que también pedía el poeta Fages de Climent en aquella emotiva oración al Cristo de la Tramuntana: «Senyor, empareu la closa i el sembrat, / doneu el verd exacte al nostre prat / i mesureu la tramuntana justa / que eixugui l’herba i no ens espolsi el blat». Es decir, pedimos bajo demanda. En caso de que nos ocupa una lluvia persistente, pero benéfica, adecuada a las necesidades. La justa. El filósofo Josep M. Esquirol afirmaba que “no somos dioses y por eso pedimos y oramos, y esperamos”, un concepto que es la antítesis de lo que describía la teóloga Marion Muller-Colard cuando hablaba del “Dios contractual”: la oración como una transacción. Te invocamos, Dios, te adoramos, pero haz que llueva. Sin embargo, la fe del carbonero no sabe de estas disquisiciones intelectuales.

Total
0
Shares
Artículos relacionados
Total
0
Share