Los jóvenes que han acudido a la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa no han dudado en corear lemas utilizados en la extrema derecha, lo que demuestra que la conexión entre ultras y el catolicismo sigue muy latente
El fascismo y el franquismo se apoyaron mucho en el catolicismo para tener un soporte moral del que, por sus propias características, carecían. Por su parte, la Iglesia Católica se aprovechó de ello para colocarse nuevamente en la cumbre del escalafón social, un puesto de privilegio que había perdido tras la Revolución Industrial y la culturización de las clases trabajadoras.