El seguimiento del acto fue escaso; aunque no faltaron el Cara al Sol ni las alabanzas al dictador y a Blas Piñar
Los fieles que se congregaron en la tarde de ayer en la madrileña Iglesia de los Jerónimos para celebrar el 71 aniversario de la victoria de Francisco Franco en la Guerra Civil española no llegaron, ni de lejos, al centenar. En los alrededores del templo, eso sí, no faltaron tímidas consignas como “¡Viva Franco!” o “¡Arriba España!” y un Cara al Sol.
La misa por la victoria de Franco se repitió una vez más en los Jerónimos, pero en esta ocasión se caracterizó por su escaso seguimiento. De las personas concentradas en memoria del dictador, una mínima parte desempolvó sus uniformes y vestimentas que recuerdan al Régimen. A diferencia del año pasado, la bandera franquista no fue exhibida ni venerada dentro del templo. De esta forma, se evitó fotografías que pudieran ser comprometidas para la Iglesia.
Poca parafernalia franquista
La Confederación Nacional de Combatientes y la Hermandad Nacional de Alféreces Provisionales de Madrid convocaron la misa a las 20 horas. A las 18:45 horas apenas estaban cinco personas en los alrededores de los Jerónimos, que por sus atuendos destilaban nostalgia por épocas predemocráticas. Poco a poco, fueron llegando más. No muchos. Algunos se saludaron con un ¡Arriba España! y alzando la mano derecha. Se pudieron ver un total de once banderas. Entre ellas, la del Águila de San Luis y la de la Cruz de Borgoña.
“Blas Piñar, Blas Piñar, Blas Piñar”
El momento más altivo de la tarde se produjo con la llegada del nonagenario Blas Piñar. Los que portaban las banderas, en su mayoría jóvenes, gritaron con insistencia “Blas Piñar, Blas Piñar, Blas Piñar”. La hija del dictador, Carmen Franco Polo, ya estaba dentro de la iglesia.
En el primer banco
Una vez dentro de la ceremonia, desde el púlpito se dijo que estaban en ella concentrados para celebrar el aniversario de la victoria sobre “los enemigos de Dios”. En la primera fila de bancos se sentaron el ultraconservador Piñar y la hija de Franco.
Los derechos de Dios “triunfaron” hace 71 años
Pedro Ruano, capellán de la diócesis de Alcalá de Henares, ofició la misa. En la homilía no tuvo reparos a la hora de reflexionar sobre el motivo de dicha misa. “Habrá personas que quieran celebrar el aniversario del final de la contienda, el triunfo de unas ideas determinadas o el triunfo de un bando contra otra bando”, expuso. Pero, él, como sacerdote, invitó a celebrarla porque “hace 71 años que volvieron a triunfar en nuestra patria los derechos de Dios”.
Olvido de la represión franquista
A juicio de Ruano, y así lo aseveró, “esos derechos no están en contradicción con los derechos humanos”. El sacerdote obvió las cuatro décadas de represión franquista y de sometimiento de los vencedores sobre los vencidos. “Quien respeta los derechos de Dios, dignifica los derechos del hombre”, remató.
“Esto es memoria histórica y de la buena”
Ruano se congratuló de que, con la victoria de Franco, “España entera empezó a servir a Dios”. Algo que ya se hacía con anterioridad “en las zonas liberales”. Acto seguido, el cura añadió que “esto es memoria histórica y de la buena”. Así, atacó la conocida como Ley de Memoria Histórica y, por ende, al Gobierno socialista –al que no mencionó– de José Luis Rodríguez Zapatero.
"Dios no está bien servido”
De la actualidad, Ruano indicó que “Dios no está bien servido”. Es más, “Dios es atacado e ignorado”. Incluso, el religioso resaltó que hoy por hoy el enemigo al que bate la sociedad “no es un régimen, sino Jesucristo”. Advirtió de la “guerra al cristianismo” que se sufre en la actualidad y reclamó a los congregados que sean “consecuentes” con sus creencias. “Esta tarde seremos hijos de la esperanza. Esperamos nuevos cielos y nueva tierra, donde la justicia sea vencedora y sea establecida”, concluyó Ruano.
Se besó la bandera fuera de la iglesia
Llegó el momento de comulgar. Carmen Franco fue la primera en hacerlo. También fue la primera en marcharse, de manera huidiza, por una puerta secundaria. A la salida de la iglesia, cercanas las 21:00 horas, las banderas preconstitucionales se alzaron y se corearon con fuerza “¡Viva España!”, “Viva Franco” y “Blas Piñar”. Fuera del recinto eclesiástico sí que fue besada la bandera franquista. Para concluir se cantó el Cara al Sol, para sorpresa de algunos turistas que transitaban por la zona. Piñar mantuvo su brazo derecho alzado mientras se cantaba.
Que quiten las estatuas, “mal”
Piñar declaró que se esperaba aún menos gente en la misa por el triunfo de Franco, ya que no se había hecho “publicidad” del evento y no era un aniversario redondo, como el del año anterior. Preguntado por la retirada, ayer mismo, de una estatua ecuestre del dictador de la capitanía general de Valencia; Piñar admitió desconocer la noticia a la vez que le pareció “mal” que quiten ese tipo de estatuas. “¡Mientras no nos quiten el espíritu!”, suspiró.